El base vuelve a romperse
El jugador no irá a Indianápolis tras sufrir de nuevo una grave lesión en su rodilla derecha
Acompañado de su inseparable Pau Gasol, Raúl López abandonaba al mediodía de ayer la clínica Martí-Torres, de Vélez-Málaga, en la que se le practicaron las pruebas pertinentes para conocer el alcance de la lesión que sufrió al sábado en el partido que España jugó contra Rusia en Estepona. Bajo el brazo llevaba las radiografías que le acababan de hacer y el informe clínico, que concluye: 'Rotura parcial de la ligamentoplastia del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha'. O sea, que Raúl, de 22 años, una de las estrellas de la selección y flamante fichaje de los Jazz de Utah, de la NBA, como relevo natural del legendario John Stockton, se pierde el Campeonato del Mundo, que comenzará el día 29 en Indianápolis.
La resonancia magnética no hizo sino confirmar los peores temores: la rodilla derecha del base ex madridista ha vuelto a romperse, aunque en este caso el daño lo ha sufrido el injerto biológico, procedente del tendón de un cadáver, que se le implantó cuando se lesionó de gravedad en noviembre pasado. Según anunció José Nogales, el médico de la selección, 'la evolución clínica decidirá si serán necesarias las medidas quirúrgicas o bastarán las de tipo conservativo'. Dependerá del alcance de la rotura. Nogales dijo que, si es importante, 'habrá que volver a operar y colocar otro injerto biológico o de la propia rodilla del jugador'. Aunque con reservas, advirtió también de que si Raúl vuelve al quirófano podría estar de baja entre seis y ocho meses. Si no, su periodo de convalecencia no superaría los 45 días.
En uno u otro caso, lo que es seguro es que el Mundial ha pasado para Raúl a mejor vida. Su sustituto será José Luis Calderón, el base recién fichado por el Tau Vitoria proveniente de Fuenlabrada y que hizo la primera parte de la preparación con el equipo antes de ser descartado por el técnico, Javier Imbroda. Hoy se unirá al grupo en Torrelavega, donde mañana jugará contra Croacia otro amistoso.
La lesión se produjo en el encuentro que España jugó frente a Rusia el sábado y que finalizó con un demoledor 78-61 a su favor. En el minuto 11 y 13 segundos, Raúl acudió a la línea de los 6,25 metros a interceptar un balón que iba hacia Karassev. Su pierna derecha golpeó a la del ruso y, cuando volvió a apoyarla en el suelo, giró de mala manera. Raúl sintió el chasquido, se cayó al suelo y rompió a llorar. Tanto él como el médico se dieron cuenta enseguida de que podía ser grave. 'Hay que ser optimistas a la espera del diagnóstico definitivo. Pero lo cierto es que esto tiene mala pinta'. Así hablaba Imbroda antes de que la resonancia magnética fulminara cualquier esperanza. 'Me preocupa más el chaval que la selección', matizaba el técnico.
El primer capítulo del calvario de Raúl se escribió el 4 de noviembre de 2001. El Madrid disputaba un partido de la Liga ACB en Valladolid, ante el Fórum, y el propio jugador relató así lo ocurrido: 'El cuerpo se me fue hacia un lado y la rodilla hacia otro'. Resultado: rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha. En la operación quirúrgica le fue implantada una ligamentoplastia. Seis meses y cuatro días después, el 8 de mayo, reaparecía ante el Breogán.
Los meses siguientes fueron frenéticos para el jugador, empeñado como estaba en que el Madrid, club con el que tenía contrato, le permitiera fichar por los Jazz, que le habían elegido el verano anterior en el puesto 24 de la primera ronda del draft.
A mediados de julio lo consiguió. Viajó a Estados Unidos, rumbo a Salt Lake City, antes de incorporarse a la concentración de la selección con vistas a repetir el viaje, esta vez con destino Indianápolis. Ya no lo podrá hacer. 'No puedo pensar que soy el hombre con más mala suerte del mundo', dijo cuando se rompió por vez primera. Pero el sábado, de nuevo, su cuerpo se fue hacia un lado y su rodilla derecha hacia otro.
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