El nuevo rey del Ibex
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Los socios españoles de Deloitte & Touche y Andersen se han ido más tranquilos de vacaciones. El Gobierno ha autorizado su fusión sin condiciones, lo que les convierte en la primera firma de auditoría del país. El reto ahora es mantener la cartera de clientes, atenuar el efecto de la pérdida de sus servicios de consultoría y acercarse al líder mundial: PricewaterhouseCoopers.
La nueva firma, que preside el 'ex andersen' Carlos González, audita el 38,7% de las empresas cotizadas y a 23 de las 35 del Ibex
La nueva Deloitte tiene poco que ver con la que se anunció el 1 de abril. Entonces, la firma tenía en España alrededor de 1.000 auditores, abogados y asesores, a los que contaba con sumar los 4.300 de Andersen. La promesa era una facturación conjunta de más de 481 millones de euros que les devolvería al número uno de las firmas de servicios profesionales, por delante de PricewaterhouseCoopers. Hoy la red internacional de Deloitte negocia la venta de su división de consultoría a los socios de Deloitte Consulting; Andersen ya ha acordado el traspaso de sus 800 consultores a KPMG Consulting Inc., y todavía no está claro el futuro de los abogados de Garrigues.
La decisión de deshacerse de la parte principal del negocio de consultoría es la de mayor impacto en los números de la nueva empresa. En España, supone restar unos 1.000 profesionales y renunciar, al menos de forma parcial, a un negocio que crece por encima del de auditoría. Si el año pasado la consultoría de Andersen y Deloitte creció a un ritmo del 31% y 79%, respectivamente, la revisión de cuentas lo hizo un 11% y 35%, según el análisis de DBK. El impacto en la facturación está por ver, si bien es probable que Deloitte supere a su más directo competidor, PricewaterhouseCoopers. Esta firma también ha renunciado a la gran consultoría y ha acordado su venta a IBM.
La unión de los auditores parece perfecta, incluso a pesar de las diferencias culturales y de los problemas y costes que supone cualquier fusión. La nueva Deloitte, que preside el ex Andersen Carlos González, tiene una cuota de mercado del 38,7% entre las empresas cotizadas, concluye el Servicio de Defensa de la Competencia, y supera el 65% en el caso de las del Ibex. La aportación de Andersen es fundamental: 149 empresas cotizadas, 22 del Ibex. Desde que empezaron los problemas para sus colegas americanos, Zara ha sido la única gran empresa que ha abandonado a los arturos.
Por el contrario, Deloitte, que sólo audita a 12 cotizadas y a Amadeus entre las del Ibex 35, centra su negocio español en las compañías que le traspasan sus colegas estadounidenses. Y el baile de grandes clientes entre las auditoras de ese país desde que estalló el caso Enron le ha favorecido. De las 196 que han cambiado de auditor hasta el 1 de julio, 61 han elegido a Deloitte; 59 han preferido a Ernst & Young; 46 a KPMG; 30 a PricewaterhouseCoopers, que lideraba la facturación de las llamadas cinco grandes; y 16 optaron por firmas más pequeñas. Entre los fichajes de Deloitte hay algunos con presencia en España, como los laboratorios Abbott y Dole Foods, que controla Pascual Hermanos.
El nuevo líder de la auditoría española repetirá éxitos fuera. Deloitte & Touche, que el año pasado era la segunda firma mundial de servicios profesionales, ha atraído a los arturos de 15 países, entre ellos el Reino Unido, Holanda e Italia, Canadá, Brasil y México. El resultado es un mercado mundial reducido a cuatro grandes jugadores que están cada vez más cerca. PricewaterhouseCoopers, que se ha hecho sólo con tres filiales menores de Andersen, casi duplicó en 2001 los ingresos de Deloitte. Este año estarán más cerca.
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