Dos décadas de Amejoramiento

Diecinueve procesos electorales celebrados desde 1982 confirman el sostenido apoyo de los navarros a su autogobierno e instituciones propias, que esta semana celebran sus veinte años de vigencia. Dos de los partidos que firmaron con el Estado en Madrid en marzo de 1982 la consolidación de Navarra como comunidad diferenciada, UPN y PSOE, han regido desde entonces la comunidad y suponen la mayoría absoluta de su actual Legislativo.

El Amejoramiento del Fuero cumplió ayer dos décadas desde su entrada en vigor, el mismo día en que la ley era publicdaa en el BOE. Sin fastos populares de relevancia, su cumpleaños está siendo celebrado de modo discreto. Apenas una recepción oficial a las autoridades, la pasada primavera, y una exposición itinerante, inaugurada ayer en Pamplona y uno de cuyos atractivos es el libro Protesta foral de Navarra, que recoge las 125.000 firmas de ciudadanos que defendieron los fueros con ocasión de la reivindicación de 1893, conocida como La Gamazada.

El Parlamento analizará en una comisión específica el estado de salud del Amejoramiento

El Amejoramiento nunca se ha sometido a referéndum al considerar sus negociadores que los derechos de Navarra, 'originarios e históricos', y, por tanto, anteriores a la Constitución, se reconocían y potenciaban en el nuevo marco constitucional mediante la revalidación del pacto bilateral entre el Estado y las instituciones forales.

Pese a ello, el presidente autonómico, Miguel Sanz, destaca el 'inequívoco' apoyo ciudadano a la ley orgánica de Amejoramiento, un texto que ha dado a la comunidad foral 'una estabilidad y un desarrollo espectaculares' y que sigue siendo 'un documento de consenso de todos los navarros'.

El Amejoramiento, que en sus dos décadas de vida sólo se ha modificado en una ocasión, el año 2000, para agilizar el procedimiento de elección de presidente regional, ha regulado, en palabras de Juan José Lizarbe, secretario general del PSN, 'los veinte años más fructíferos de la historia de Navarra'. Lizarbe subraya que el carácter democrático y constitucional del Amejoramiento 'ha conseguido que Navarra tenga el mayor grado de conciencia foral y autonómica como comunidad propia y diferenciada de su historia'. Ello no impide que los socialistas reivindiquen 'la asunción de todas las competencias pendientes', una cuestión que no está vinculada al texto de la ley, que siguen considerando útil, sino 'a la voluntad gubernamental de conseguirlo'.

Completar las competencias recogidas en el Amejoramiento es también una reivindicación de los partidos nacionalistas, que actualmente suponen el 20% del Parlamento de Pamplona. El nacionalismo vasco, ya presente en las instituciones que en 1982 aprobaron la norma, siempre ha criticado su 'exclusión' de aquélla negociación, que encabezaron Adolfo Suárez y el entonces presidente de la Diputación foral y hoy diputado popular, Jaime Ignacio del Burgo.

La aprobación del Amejoramiento distó mucho de ser unánime. Obtuvo 49 votos a favor en una Cámara que entonces tenía 70 escaños (hoy son 50). La ley fue apoyada por UCD, PSOE, UPN y el Partido Carlista. Votaron en contra PNV y Euskadiko Ezkerra y faltaron a la sesión los parlamentarios de Herri Batasuna, Amaiur y un representante del Grupo Mixto.

Esas divergencias de origen se han mantenido. Fermín Ciáurriz, portavoz de la ejecutiva de EA, estima que el Amejoramiento se ha seguido usando 'para la exclusión' de una parte de los navarros. Los nacionalistas destacan su 'lealtad crítica' estos años a un texto cuya superación propugnan para frenar 'la involución en el autogobierno y la intolerancia cívica' que, a su juicio, vienen ejercitando los gobiernos de UPN y PP.

El Parlamento analizará en otoño, en una comisión específica, el estado de salud del Amejoramiento. La idea nació de IU, cuyo coordinador general en Navarra, Félix Taberna, reivindica el carácter de 'integración' que debe tener la norma en una sociedad tan plural como la navarra. Para IU, el Amejoramiento no es 'un texto sagrado', sino 'modificable' por la voluntad popular para aumentar el autogobierno y los derechos ciudadanos.

En lo que casi todos los partidos coinciden es en que la amenaza etarra no ha doblegado la voluntad social de vivir como autonomía diferenciada. El propio arzobispo de Pamplona, Fernando Sebastián, escribe en La conciencia cristiana ante el terrorismo: 'Hoy por hoy, la Constitución española, el Estatuto vasco y el Amejoramiento del Fuero son los instrumentos legales que garantizan la convivencia en paz y libertad'.