Mejorar lo que tenemos
El clima generalizado de disconformidad con el marco en el que vivimos parece que hay quien quiere trasladarlo a la Aste Nagusia. La disconformidad y el espíritu crítico es un buen punto de partida para mejorar las cosas y adaptarse a los nuevos tiempos. Esa actitud debe alojarse en las fiestas de Bilbao, pero en ningún caso debe servir para desdeñar el trabajo realizado hasta el momento e instalar una actitud de quemar lo existente y empezar de nuevo. Frente a los que promueven 'un nuevo marco festivo para Bilbao', estamos los que apostamos por mejorar lo que tenemos -que por cierto, es verdaderamente bueno-. Evidentemente, tenemos que seguir trabajando por conseguir unas fiestas más plurales, con la participación de más agentes, más trasparentes y en la que se vayan reduciendo los 'cotos privados', lo que no quiere decir que todo lo actual esté mal.
Tal vez debamos programar menos actos, pero con mayor calidad, más impactantes y creativos
El trabajo que se viene realizando durante los tres últimos años -a nuestro juicio verdaderamente intenso y positivo- ha consistido en ordenar la fiesta, dotarnos de unas reglas de juego y apuntalar el consenso con los agentes sociales. Lo hemos denominado como 'etapa equilibrio' entre la fiesta y la vida cotidiana que debe continuar en la ciudad, y que en definitiva garantice la convivencia y la calidad de vida de los habitantes y visitantes de Bilbao. Ha consistido en consensuar horarios y niveles de sonido, en liberar los jardines, mejorar la limpieza y dotar de urinarios portátiles, dejar libres espacios como Uribitarte,.... Ese primer objetivo -siempre a mi juicio- se ha conseguido, por lo que la apuesta actual y futura es mejorar la calidad de la fiesta. En vez de ir a más espectáculos, más espacios, más.... consiste en que tal vez debamos programar menos actos, pero con mayor calidad, más impactantes y creativos.
Con esas dos claves, una ciudad habitable, atractiva, que mantiene sus condiciones de vida y una programación de calidad, Bilbao podrá afrontar un reto irrenunciable para el futuro: internacionalizar la Aste Nagusia. La Semana Grande es el festival de festivales del norte peninsular, conciertos, teatro, deporte, folclor, feria taurina, fuegos artificiales,... Sin duda hay elementos para que la Aste Nagusia sea un importante polo de atracción, pero sin 'desbocarse', sin perder el control de la ciudad, sin ceder exclusivamente todos los espacios de recreo para la noche y sectores concretos de la ciudadanía. Y si tuviésemos un país pacificado y con menos contienda política, todo sería más fácil.
Frente al corto plazo y las incertidumbres que existen en el futuro más próximo, es importante que todos tengamos claro cuál es el camino. Sin querer aprovecharse de las coyunturas y con generosidad de todos, nos adaptaremos a las constricciones del espacio y buscaremos nuevos escenarios para la Aste Nagusia. Llegará a su debido momento y se buscará la solución, no me cabe duda alguna porque conozco el cariño que a Bilbao profesan los agentes culturales y festivos que participan en la Aste Nagusia.
La Semana Grande tiene retos de cara al futuro, sobre todo adaptarse a los nuevos tiempos, encontrar el equilibrio que necesita la ciudad, no deslegitimar el cambio, pero tampoco rechazar el camino andado en el pasado. Retos que tiene la Villa en su conjunto, y en lo que a mi área de trabajo se refiere, el mundo de la cultura. La política de planificación, ejecución y evaluación ha impregnado al equipo del área y está dando sus frutos. El Plan Estratégico del Área de Cultura y Turismo ya se está consumando y hay que pensar para el futuro más próximo nuevas líneas de trabajo. Por encima de programas y actividades concretas es crear el clima necesario para que se den las condiciones que necesita la cultura en Bilbao. Por ese motivo, en el futuro más inmediato el objetivo será doble: profundizar en la participación de los agentes culturales y hacer una reflexión seria sobre los equipamientos culturales. Hay que ir pensando en crear un 'foro de la cultura' en Bilbao y debemos realizar un estudio serio sobre las necesidades que tiene Bilbao en cuanto a espacios para conciertos, grandes eventos, deportes,... Todo ello con el verdadero interés de centrar Bilbao como referente de cultura y ocio. Y en este sentido, una aclaración que creo que es interesante mantenerla presente. No estamos hablando de planificar acciones, infraestructuras u otras iniciativas con un fondo turístico de cara a atraer o consolidar visitantes. Lo importante es crear una ciudad más completa en cuanto a sus equipamientos, programación, con las que se sientan a gusto y den servicio principalmente a los propios vecinos y vecinas de Bilbao y su metrópoli. No hay que mejorar la calidad porque ahora vienen más turistas, sino porque lo demandan los propios bilbainos y porque es el futuro cultural de las ciudades. Espectáculos de carácter internacional, son necesarios principalmente para entretener y formar a los bilbainos. Si tenemos una buena ciudad para los vecinos y vecinas de la Villa, habitable, limpia, rica culturalmente, con calidad, etc... será atractiva para los que nos visiten y ellos se sentirán a gusto.
En septiembre llegará el nuevo curso, y por lo tanto será el momento de seguir trabajando. Hasta entonces tenemos por delante 9 días grandes, los más grandes.
Ya tenemos bastantes momentos de tensión durante todo el año, como para empecinarnos también en tensar la vida durante la Aste Nagusia. Dejemos atrás las peleas del día a día, abandonemos nuestras mezquindades cotidianas y pensemos en relajarnos aprovechando la fiesta.
Si lo conseguimos no me cabe duda alguna de que afrontaremos el futuro curso con mayor frescura y Bilbao alcanzará mayores logros.
José Luis Sabas es concejal de Cultura del Ayuntamiento de Bilbao.
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