El Gregorio Marañón ya tiene mesa de operaciones para intervenir a pacientes que pesen más de 175 kilos

El hospital Gregorio Marañón ya tiene mesa de operaciones para intervenir quirúrgicamente a Gonzalo Díaz Navarro, el paciente de 207 kilos que no podía ser operado porque el centro no disponía de camilla que aguantara su peso.

La mesa ya está instalada en un quirófano, pero Gonzalo, de 44 años, no podrá ser operado inmediatamente porque hay otros enfermos que tienen preferencia en la lista de espera. Pero, según fuentes del hospital, será intervenido de obesidad mórbida 'antes del 30 de septiembre'. La semana pasada, el paciente se sometió a una revisión médica con un psicólogo y un endocrino. 'Los médicos son los que determinan el orden de la lista de espera. Si el caso de este enfermo fuera el más urgente, sería operado mañana', aseguraron esas fuentes, que no supieron determinar cuántos pacientes con la misma dolencia que Gonzalo Díaz están ahora en lista de espera.

Carmen Flores, presidenta de la Asociación del Defensor del Paciente (Adepa) dijo ayer que en la región hay al menos otro paciente que sufre obesidad mórbida y está en lista de espera. Este enfermo pesa unos 220 kilos, 13 más que Gonzalo Díaz. Flores añadió que este hombre, que prefiere permanecer en el anonimato, lleva dos años esperando a ser operado de obesidad mórbida también en el hospital Gregorio Marañón.

A Gonzalo aún no le han comunicado cuándo será operado, según dijo ayer. El centro hospitalario le ha citado para hoy, y presumiblemente le comunicarán que la mesa ha llegado y la fecha de su intervención. A pesar de que será antes del 30 de septiembre, a este paciente le parece que es muy tarde. 'En marzo me dijeron que estaba el primero en lista de espera, así que no entiendo por qué no me operan ya. Es que estarán todos de vacaciones... Pero los dolores de piernas y de espalda los estoy sufriendo yo'. Gonzalo afirmó ayer que si hoy no le comunican que le van a operar ya, cerrará su tienda de alimentación del barrio de Vallecas y se quedará en la cama como medida de protesta: 'Es que ya no me puedo mover más'.