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Detenido 15 años después de matar a su suegra a tiros en Madrid

'Les felicito. Han ganado el premio. Hasta ahora nadie sabía quién era yo', les dijo Rafael Campos Amaya, de 50 años, a los policías que lo detuvieron el pasado jueves en la avenida de la Albufera de Madrid. Y tenía motivo para felicitar a quienes le habían capturado 15 años después de que supuestamente matara a tiros a su suegra, María Santiago Moya, de 45 años, e hiriese a su suegro, Francisco Rodríguez Amador, que entonces tenía 50 años. El presunto homicida, arrestado cuando estaba a punto de prescribir el delito que se le imputa, ya ha ingresado en prisión por orden judicial.

Campos había mantenido oculta su verdadera identidad desde que el 2 de octubre de 1987 presuntamente mató a su suegra durante una discusión causada por la negativa de ésta y de su esposo a entregarle a sus dos hijas de corta edad. Las niñas vivían con los abuelos maternos en el distrito madrileño de Chamartín desde tres meses antes, cuando su madre -la esposa de Campos- murió en un accidente sufrido en Bolivia con un coche que conducía su esposo.

Según la policía, el supuesto homicida se hizo llamar Antonio González durante estos tres lustros pasados. Eso le había permitido seguir libre, unido al hecho de que una deformación en sus manos había impedido identificarle mediante las huellas dactilares (al menos en dos ocasiones anteriores en que ha sido detenido).

El pasado jueves, agentes de la comisaría de Puente de Vallecas, guiados por 'la intuición policial', solicitaron el carné de identidad al sospechoso. Éste se mostró muy nervioso, pero accedió a facilitarles un viejo DNI a nombre de Antonio González Jiménez, de 48 años. Los policías recelaron del formato antiguo del carné, que además parecía estar falsificado, por lo que trasladaron a Campos a la comisaría. La policía cree que huyó de Madrid, incluso de España, tras cometer el crimen y que regresó tiempo después con identidad falsa, que utilizó durante todos estos años. Hasta el punto de que 'él mismo debió olvidar la auténtica'.

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