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Reportaje:

Telemadre para comer bien

Un grupo de mujeres prepara platos caseros para personas sin tiempo para cocinar

Reyes Rincón

'Soy tu telemadre en Sevilla. Me encanta la cocina. Prepararé tu menú diario y te lo enviaré a domicilio. No importa dónde vivas o trabajes. Pero además puedo organizarte una cena, un cóctel o un almuerzo en tu casa cuando lo necesites y no puedas o no quieras meterte en la cocina'. Marta Vargas colgó este anuncio en la página web Telemadre.com hace apenas dos meses y ya tienen tres telehijos a los que alimenta diariamente con platos caseros y adaptados a la esencia de la dieta mediterránea.

Telemadre.com nació de la mano de cuatro madrileños treintañeros alérgicos a los fogones pero amantes de la buena cocina: en vez de comer fuera de casa o alimentarse de productos precocinados, su telemadre le lleva dos veces por semana tarteras llenas de pasta, legumbres, verduras, carne, pescado y fruta, y ellos sólo se preocupan de calentarlo. Ya hay centenares de telemadres distribuidas por todo el país y conectadas a través de Internet para darse consejos, sugerir precios y platos e intercambiar experiencias.

Marta trabaja por la mañana en la Administración, pero necesitaba completar su sueldo. '¿Qué sé hacer?', recuerda que se planteó. 'No podía tocar la guitarra en la calle porque no sé, ni trabajar en un comercio porque los turnos suelen ser de mañana y tarde. Yo tengo las tardes libres y me gusta cocinar'. Empezó a repartir folletos para ofrecerse a servir catering a domicilio, pero se enteró de la existencia de telemadre y le gustó la idea.

Por seis euros al día, su carta ofrece 14 menús diferentes formados por dos platos y un postre,dulce casero un día a la semana y yogur y fruta el resto. Entre los platos principales, la verdura es casi omnipresente: espinacas con garbanzos, ensaladas, judías verdes, etcétera. 'Mi régimen está asesorado por un médico especialista en dietética y nutrición', subraya Marta, que recuerda que hace unos años tuvo que someterse a un régimen de adelgazamiento para perder 15 kilos y que aquella experiencia le sirvió para 'aprender a comer'. 'No quiero que mis clientes engorden, porque eso significaría que no les alimento bien'.

Su labor como telemadre le mantiene ocupada todos los días menos los lunes, 'que no hay mercado': El martes hace la compra por la tarde y dedica esa noche y la tarde del miércoles a cocinar; el miércoles por la noche reparte las fiambreras con la comida para el jueves, viernes, sábado y domingo; el viernes vuelve al mercado, dedica los dos días siguientes a cocinar y reparte la noche del domingo lo que sus telehijos se comerán el lunes, martes y miércoles.

Andrea, una de sus clientas, asegura que come mucho mejor desde que dio con Marta. Sale de la Facultad a las 14.30 y entra a trabajar a las 16.00. 'Comía cualquier cosa, un bocadillo, pizza, pero no puede ser así siempre. Además, si voy a una hamburguesería me cuesta casi cinco euros y estoy comiendo basura. Ahora, por seis, como casero', argumenta.

Consejos desde Internet

Telemadre.com nació con el propósito de conectar a madres desempleadas con personas que quisieran comer casero pero sin cocinar. La idea se gestó en Madrid, pero el foro de la página web contiene ya centenares de ofertas de telemadres, muchas de ellas repartidas por casi todas las provincias andaluzas.

En estos momentos, según reconocen sus ideólogos, hay más oferta que demanda. Desde la ciberpágina se propone una tabla de precios, se dan ideas para realizar el reparto de la comida y se cuentan algunos de los trucos de la telemadre pionera, pero no se interviene en la relación de las telemadres con sus telehijos. Ya se advierte en la web: telemadre no es una 'empresa' ni una organización no gubernamental. 'Telemadre.com facilita de forma desinteresada información y un foro con el fin de que la idea se extienda'.

Marta Vargas, la telemadre sevillana, ha diseñado sus propias normas de funcionamiento: propone 14 menús diferentes pensados por ella misma y que cambia cada tres meses en función de los productos de temporada, intenta incluir verdura en todos los platos y evita frituras, huevos y productos que puedan verse afectados si se rompe la cadena del frío. Además, transporta los platos en su propio coche. 'El la página web hablan de llevarlos en taxi, pero eso encarece mucho el precio de cada menú'.

Algunas imponen ya sus preferencias desde el primer momento: telemadres que quieren trabajar sólo para la tercera edad, o nada más que para estudiantes; otros que se circunscriben a en un determinado barrio; o que exclusivamente preparan comida española. Marta también tiene sus normas: sus clientes tienen que comprometerse a recibir la comida los días acordados.

Si saben que un día no van a necesitar sus servicios deben avisarlo con tiempo. Además, Vargas es reticente a comprometerse a preparar las cenas de sus telehijos en vez de las comidas. 'Aquí estamos acostumbrados a cenar a base de croquetas y platos que se preparan rápido en el momento de tomarlo pero que son muy liados de preparar previamente y yo no tengo tanto tiempo', asegura.

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Sobre la firma

Reyes Rincón
Redactora que cubre la información del Tribunal Supremo, el CGPJ y otras áreas de la justicia. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora de información local en Sevilla, corresponsal en Granada y se ha ocupado de diversas carteras sociales. Es licenciada en Periodismo y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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