La apertura de la autovía Estepona-Guadiaro mejora la comunicación entre Málaga y Cádiz

El ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, y el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, inauguraron ayer el desdoblamiento de la carretera Nacional 340 entre Estepona y Guadiaro, cuya apertura pone fin a uno de los principales puntos negros de la red viaria de la Costa del Sol. Sin embargo, habrá que esperar todavía varias semanas hasta que se abra la autopista de peaje en este mismo tramo, prevista también para ayer, y cuya finalización se ha visto retrasada, según la concesionaria Ausol, por problemas en la capa de rodadura.

La puesta en marcha del desdoblamiento permitirá recorrer en unos 20 minutos los 22 kilómetros que separan la localidad malagueña Estepona y la gaditana San Enrique de Guadiaro. En las últimas semanas se ha llegado a tardar en hacer este trayecto hasta cuatro horas, debido tanto al incremento de turistas como a la operación Paso del Estrecho. La obra, que ha supuesto una inversión superior a los 35 millones de euros, forma parte del Plan de Infraestructuras de Transportes de 2000-2007, del Ministerio de Fomento, aunque ya estaba incluida en el primer plan de carreteras del período 1984-91. Pese a ello, su construcción no se inició hasta el año 2001.

La autovía atraviesa cuatro municipios -Estepona, Casares, Manilva y San Roque- e incluye tres puentes, dos pasos inferiores, 10 pasarelas peatonales y 13 rotondas, que hacen que la velocidad media de la carretera sea de alrededor de 60 kilómetros por hora. La construcción la ha ejecutado, por cuenta de Fomento, la empresa Ausol -en la que es mayoritario el grupo Ferrovial-, concesionaria de la autopista Málaga-Estepona. El director de la compañía, Mikel Artaza, justificó la necesidad de las glorietas para garantizar la permeabilidad de las numerosas urbanizaciones del litoral costero. La empresa Autopistas del Sol habilitó varios autobuses para que las autoridades y medios de comunicación pudieran recorrer el trayecto completo. A la inauguración acudieron casi todos los alcaldes de la Costa del Sol y del Campo de Gibraltar, además de dirigentes de los diferentes partidos políticos.

La apertura de esta vía, que enlaza por la costa las provincias de Málaga y Cádiz, llega con tres décadas de retraso, y no solventará los graves problemas de tráfico de la Costa del Sol, aunque los atenuará en gran medida. Al retraso de las obras de la autopista de peaje Estepona-Guadiaro, que según Álvarez Cascos se inaugurará 'en 10 o 15 días' -aunque otras fuentes la posponen al mes de octubre-, se unen los atascos diarios de la N-340 a su paso por San Pedro Alcántara, núcleo urbano dependiente de Marbella. Mientras que la concesionaria mantiene que el aplazamiento en la apertura de la autopista se debe a problemas en la ejecución de la capa de rodadura, técnicos de la obra explicaron que el motivo es que algunos de los puentes y túneles todavía no están terminados.

Ayer fue también día de reivindicaciones. Los vecinos de San Pedro Alcántara, encabezados por el concejal andalucista, Carlos Fernández, aprovecharon la convocatoria para reclamar al ministro el soterramiento de la carretera en esta zona. Cascos volvió a culpar del bloqueo del proyecto al Ayuntamiento de Marbella y a la Junta de Andalucía, por no levantar la suspensión del PGOU en este tramo; mientras que Chaves insistió en que la petición del Gobierno es ilegal y exigió a la Administración central que declare la obra de interés general. Finalmente, el presidente andaluz propuso la mediación del Defensor del Pueblo español en el conflicto, y aseguró que la Junta acatará lo que éste determine.

La amargura de los vecinos de San Pedro contrastaba ayer con la satisfacción del alcalde de Manilva, Emilio López, que ha conseguido un compromiso por parte de Fomento para el soterramiento de la N-340 a su paso por Sabinillas. El ministro mostró ayer el borrador del proyecto, que aseguró que se ejecutará en los próximos meses.