Abierto el último tramo de la A-6 con seis años de retraso

Desde ayer, Madrid y A Coruña se encuentran ya unidas por la autovía del Noroeste. Al mediodía se abrían al tráfico los últimos 8,7 kilómetros, entre las localidades leonesas de Pereje y Ambasmestas, que, debido a la orografía del terreno y al derrumbamiento de taludes en las obras en la sierra de La Escrita, se han retrasado 10 meses. El enlace Benavente-A Coruña entra en servicio con seis años de retraso sobre las previsiones iniciales.

Las dificultades orográficas, los cambios de trazado y los derrumbamientos, según la dirección de la obra, han obligado a duplicar el presupuesto inicial del último tramo (con varias actuaciones de emergencia), hasta alcanzar los 104 millones de euros. El importe por kilómetro es muy superior al del puerto de Piedrafita del Cebrero, en la provincia de Lugo, del que el anterior ministro de Obras Públicas, Rafael Arias Salgado, decía que serían los trabajos más costosos de la autovía y un hito de la ingeniería civil europea.

En los cinco tramos del puerto de Piedrafita se invirtieron alrededor de 430 millones de euros (71.400 millones de pesetas). La cota de la autovía se elevó para reducir costes, con lo que se ha reducido la garantía de que esté operativa todo el invierno.

El subtramo abierto al tráfico ayer, incluido el falso túnel de Trabadelo, de 302 metros bajo la Sierra de La Escrita, incorpora 11 nuevos viaductos y se engloba en el tramo Villafranca del Bierzo-Ambasmestas, de 16,7 kilómetros de longitud, con un coste de 168 millones de euros. En el desmonte de la Sierra de La Escrita se han excavado más de 1,5 millones de metros cúbicos de tierra en 7 hectáreas, sorteando el río Valcarce y la N-VI (Madrid-A Coruña). La suma de la sujeción empleada en esta zona para paliar la inestabilidad del terreno supera los 100 kilómetros de longitud.

Al acto inaugural de este último tramo asistieron el ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, los presidentes de Galicia y Castilla y León; Manuel Fraga y Juan Vicente Herrera, y los ex ministros que en su día participaron en la firma de los sucesivos convenios que hicieron posible las obras, como el socialista Javier Saénz de Cosculluela (titular de Fomento hace 12 años) y Arias Salgado, con la excepción de José Borrell, a quien recordó el titular actual de la cartera de Fomento.

Álvarez Cascos dijo que de los 636 kilómetros ejecutados de autovías a Galicia, tanto en la autovía del Noroeste como la de las Rías Baixas, con un coste superior a los 2.000 millones de euros, 355 kilómetros discurren por suelo gallego y 278 por Castilla y León.

Tanto Herrera como Fraga señalaron que se trata de una de las obras de la ingeniería civil más importantes de las últimas décadas, 'aunque no se trata de un esfuerzo aislado del Gobierno de Aznar, empeñado en potenciar las infraestructuras que nos acerquen cada día más a la Europa en progreso', matizó el presidente de la Junta de Castilla y León.

Autopista atlántica

Fraga destacó que la conclusión de la autovía del Noroeste 'es un paso más en la superación del tradicional aislamiento al que estaba sometida Galicia' e hizo hincapié en la finalización de la autovía del Cantábrico y en la implantación de la alta velocidad ferroviaria. La intervención del Gobierno gallego ha sido decisiva para que las obras concluyeran al crear una comisión mixta con el ministerio para seguir de cerca el cumplimiento del calendario.

Desde el inicio de las últimas obras, hace seis años, los residentes y peregrinos del Camino de Santiago se han quejado de las molestias sufridas.

[Por otra parte, los residentes en la parte atlántica de Galicia ya pueden circular hasta Sevilla ininterrumpidamente por autovía y autopista de peaje (algo más de mil kilómetros, más de 50 euros). La concesionaria portuguesa de autopistas Brisa acaba de abrir al tráfico los últimos tramos de la autoestrada do Sul, entre Lisboa y el Algarve). Desde allí el tráfico hasta Sevilla es libre de peaje].