El factor Hunzinger
Un hombre, el relaciones públicas Moritz Hunzinger, absolutamente desconocido antes para la opinión pública, se ha convertido, de repente, en protagonista de campaña electoral. Él solito, con su agenda (en la que asegura que 'hay 60.000 nombres de políticos, periodistas y empresarios') y el empujón de algunos medios de comunicación, consiguió hace 10 días que Schröder despidiera en menos de un minuto a Rudolf Scharping, su ministro de Defensa. Y, una semana después, que la carrera de un político brillante en el seno de Los Verdes, el turco Cem Özdemir, acabara arruinada (dimitió el viernes pasado). Ambos habrían recibido, de maneras diferentes, dinero de manos de Hunzinger.
La oposición calla. Muchos están incluidos en la agenda de este señor, siempre trajeado y parlanchín que, por lo que se ve, ha ido repartiendo cheques a cientos. Hunzinger ha conseguido, además, llevar a escena un tema importante: las relaciones entre intereses (e interesados) económicos y políticos.
El Parlamento investiga ya la veracidad de la información aparecida en una revista alemana (Max), en la que se ofrece una larga lista de nombres de personalidades políticas de todos los partidos, e incluso de militares y periodistas, entre otros. Todos ellos habrían recibido euros y regalos de Hunzinger. Franz Müntefering (secretario general del SPD) ha pedido a Stoiber, el candidato a canciller de los democristianos, que aclare las relaciones de su partido con Hunzinger, al que ya llaman 'el padrino de la política'.
Ley de transparencia
El SPD y Los Verdes quieren agilizar una ley de transparencia en el Parlamento que obligue a los diputados a mostrar, incluso en Internet, todos sus ingresos (algunos políticos ya lo hacen). La idea es ponerla en marcha antes de las elecciones del 22 de septiembre. El presidente del Parlamento alemán, Wolfgang Thierse, lo dijo claro: 'En relación con el asunto Hunzinger se va a descubrir que otros muchos diputados no han cumplido las reglas'.
Para profundizar en el tema se reunieron el jueves en Berlín, en la Gendarmenmark, los miembros de la sociedad que agrupa a las agencias de relaciones públicas (PR) del país, una profesión afectada de forma muy negativa por todo este enredo. 'En Alemania no se vive una democracia mediática al estilo americano, en la que lo que importa sólo es la escenificación de los asuntos...', afirmó Thomas Schmid, jefe de política nacional de FAZ. Pero las representaciones teatrales de la política son cada vez más frecuentes. Como ejemplo usado por los expertos está la llamada comisión Hartz encargada de elaborar la reforma del sistema de paro en Alemania. Aún no hay ni una sola conclusión, pero se informa constantemente de ella.
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