Una casilla para el amor
El Ministerio de Trabajo me encuestó. Los separados y divorciados, con su desamor; los solteros, ora sí, ora no; los viudos, con su dolor; los casados por el rito católico o por el rito civil; todos tenían su casilla. Los casados por el rito del amor, de la bona fide, que renovamos cada día, sin necesidad de testigos ni fedatarios, no tenemos casilla. Por contra, tampoco tenemos cruz. Un respeto.
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