El análisis definitivo se hará público a finales de año
El análisis definitivo de los datos del censo -unos 500 millones recogidos - se hará público durante el último trimestre de 2002. Así culminará la labor de 45.000 personas (de ellas, 35.000 agentes que han recorrido palmo a palmo España para contabilizar la población y sus circunstancias, siempre con un estricto compromiso de confidencialidad). El coste del censo se eleva a unos 162 millones de euros.
Con el desglose pormenorizado se aclararán las incógnitas que aún subsisten. Un ejemplo, la cifra real de parejas de hecho que existen en el país, un dato sintomático para el seguimiento de las nuevas formas de convivencia. En 1991 ya se sabía el número de parejas de hecho heterosexuales, pero no se publicó. Ahora también se sabrán las homosexuales, siempre que reconozcan su unión.
También podrá conocerse cuántas personas sin hogar hay en más de 600 albergues o centros de acogida existentes en España: personas que no están integradas en los 13,5 millones de viviendas principales. Los datos definitivos dejarán constancia del número de residentes que dependen de otras personas para lavarse, vestirse o desplazarse.
Realmente, falta explicitar un sinfín de aspectos que conforman la cotidianeidad de la vida española. Sin ir más lejos, la radiografía de quienes en los hogares son, en la jerga del censo, personas número 1 (que antes se llamaban cabeza de familia, y luego personas principales). O cuánto tiempo invierten los ciudadanos en acudir al trabajo o regresar de él, así como el medio de transporte, público o privado, que utilizan.
Será por otro lado interesante el desglose de los problemas que, en un grado u otro, se padecen en casas y barriadas: hasta qué punto los ciudadanos toleran la contaminación, el ruido, o la sensación de un entorno afectado por la delincuencia.
