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LOS PROBLEMAS DE LOS INMIGRANTES

El Gobierno canario asegura que con los traslados se cumple 'el compromiso de Aznar'

El consejero de Asuntos Sociales asegura que los centros de extranjeros están saturados

El traslado de inmigrantes indocumentados desde Canarias a centros de retención de distintas capitales de la Península se produce desde hace varias semanas, en cumplimiento de varios compromisos: los del propio presidente José María Aznar en el debate del estado de la nación a solicitud de Coalición Canaria, del mandato del Congreso del 16 de abril, de los acuerdos adoptados en el seno del Consejo Superior de Política de Inmigración y de los compromisos verbales alcanzados hace meses entre el Ministerio del Interior y el Gobierno de Canarias.

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Así lo confirmó ayer el consejero canario de Asuntos Sociales, Marcial Morales, para quien la capacidad actual de los centros de Canarias supera 'con mucho' el espacio para 500 personas en primera acogida y 1.000 en retención.

El Congreso de los Diputados reconoció la 'problemática situación' de la inmigración irregular en Canarias e instó al Gobierno a actuar 'de forma urgente' para adoptar 'medidas específicas para el archipiélago'.

La propuesta presentada por el grupo de Coalición Canaria ya abría la puerta al traslado de inmigrantes 'cuando la capacidad de acogida de los centros se supere, de forma que evite la concentración de personas sin alternativas'. El texto añade que deberá contarse con 'la red nacional de centros de acogida de inmigrantes' en cumplimiento de la propia Ley de Extranjería.

Morales indicó ayer a EL PAÍS que el Gobierno central 'ha empezado a ejecutar los distintos compromisos adoptados con Canarias' y ha comenzado a establecer 'un plan de traslado de inmigrantes a la red estatal de acogida de la Península'.

El consejero destacó que los traslados 'se producen dentro de los cuarenta días de retención' para evitar que Interior tenga que dejar en libertad a los inmigrantes en las calles de Las Palmas, como la Delegación del Gobierno ha venido haciendo en los últimos meses. El envío de inmigrantes se efectúa dentro de los cuarenta días de retención, en aviones militares, con protección policial, desde centros saturados de las islas hasta otros con capacidad en la red nacional de centros de acogida.

Morales recuerda que la necesidad de trasladar inmigrantes a la Península ya fue reclamada desde Canarias ante el Consejo Superior de Política de Inmigración de Barcelona. 'El Estado y todas las comunidades mostraron su solidaridad con las islas, entendieron nuestra situación crítica al ser un territorio limitado, alejado del Continente' y haberse convertido en los últimos años en la principal puerta de entrada de la inmigración irregular africana, explica el consejero.

Reacciones

El Gobierno de las islas entiende que, con esta medida, el Ejecutivo de José María Aznar 'comienza a cumplir sus compromisos' y aplica 'una auténtica política de Estado ante una situación que no es específica de una comunidad autónoma'.

Marcial Morales reconoce que 'es previsible que haya reacciones en otras comunidades autónomas' ante el conocimiento de estos traslados, pero hizo un llamamiento para que las críticas 'nunca sean contra Canarias ni contra las inmigrantes'.

Aún así, Morales reconoció que 'el traslado no es la solución a la inmigración irregular', que pasa, a su juicio, por una política de apoyo a los países africanos y una lucha decidida contras las mafias que trafican con seres humanos.

Morales aprovechó ayer para reconocer que, 'aunque el Gobierno canario ha sido abiertamente crítico' con la gestión del anterior delegado del Gobierno para la Inmigración, Enrique Fernández-Miranda, 'es justo reconocer ahora que el plan se puso en marcha antes de que se produjera su relevo' por Ignacio González tras la llegada al ministerio de Ángel Acebes.

El presidente del Gobierno canario, Román Rodríguez, y el anterior titular de Interior, Mariano Rajoy, fijaron a principios de año la capacidad de Canarias en cuatro centros de retención, donde 1.000 personas pueden estar durante cuarenta días, y en otros dos centros de acogida, con capacidad para 250 personas cada uno, adonde pueden acudir los africanos una vez llega el día 41 y, por ley, son liberados. La lista de espera para ingresar en el centro de acogida Udjiama de Miller Bajo (en Las Palmas) va de uno a dos meses. Mientras, los inmigrantes vagan por centenares por las calles de la capital grancanaria. Las 150 plazas de este centro se complementan con otras cien de los dos centros de la organización Las Palmas Acoge y las pocas para refugiados que ofrece CEAR.

Inmigrantes ilegales hacen cola para regularizar su situación, el pasado año en Barcelona.
Inmigrantes ilegales hacen cola para regularizar su situación, el pasado año en Barcelona.MANOLO S. URBANO

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