Ministro de una era anterior
Benaissa ha perdido peso con el reinado de Mohamed VI
El español que aprendió de niño en Arcila (hoy Asilah), en la costa atlántica del sur de Tánger, en tiempos del Protectorado, ha ido quedando relegado tras el árabe, el francés y el inglés, como él mismo reconoce, 'por falta de uso'.
Periodista y político, amante de la cultura y diplomático, Mohamed Benaissa acepta de buen grado hacer declaraciones en castellano, a pesar de su empecinamiento en referirse a 'la islota' de Laila -Perejil-.
Y aunque a sus 65 años sigue formando por decisión del nuevo monarca parte del núcleo duro del Gobierno, los llamados 'ministros de soberanía' nombrados directamente por el rey, Benaissa ha ido perdiendo peso como jefe de la diplomacia marroquí, en beneficio del joven secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Taieb Fassi Fihri, quien tiene línea directa con Mohamed VI.
Hassan II le llamó al ministerio de Cultura hace 17 años, después de su éxito en el lanzamiento en de los Festivales de Verano de Arcila, una ciudad reconocida por la calidad de sus exposiciones y actividades culturales y que ha sabido mantener su identidad monumental de larga historia portuguesa y española.
Poco después de dejar su cargo en el Gabinete, fue designado en 1993 embajador de su país en Estados Unidos, de donde regresó de nuevo al Gobierno, en abril de 1999, como ministro de Asuntos Exteriores, en sustitución del poderoso Abdelatif Filali, caído en desgracia después de que uno de sus hijos se divorciara de una princesa real.
Muerte de Hassan II
Benaissa entró con fuerza en la diplomacia y estuvo a punto de restablecer las relaciones con Argelia, rotas en 1994, cuando sobrevino la muerte de Hassan II, hace ahora tres años.
Precisamente a raíz de su presencia en EE UU, Benaissa tuvo que enfrentarse en los tribunales hace dos años con el semanario independiente Le Journal, que denunció un supuesto escándalo inmobiliario con la venta de la sede de la Embajada de Marruecos en EE UU.
Después de haber estudiado en Egipto y en EE UU, donde se graduó en Periodismo por las universidades de Minnesota y Columbia a comienzos de los sesenta, Benaissa inició una prolongada carrera en organismos internacionales, que le llevó desde el gabinete de prensa del Secretariado General de la ONU en Nueva York hasta altos cargos de Naciones Unidas en África y Europa.
Regresó después a Marruecos para dedicarse al cine y a la fotografía, y su entrada en política coincidió también con la dirección de medios periodísticos entre 1980 y 1985.
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