Incompetencia
Después de leer el artículo titulado Siete semanas para cobrar el paro en EL PAÍS del domingo 14 de julio, donde se habla de la ya existente incompetencia de una oficina pública que se ve incrementada por la puesta en marcha de la reforma del sistema de protección al desempleo, finalmente hizo explotar algo en mí. Me parece incomprensible que algo que todos los españoles, y no españoles, sufrimos en nuestras carnes diariamente, lo sufrimos sin rechistar apropiadamente.
Y digo apropiadamente porque la gente protesta, pero la protesta no va mas allá de la persona que está delante o detrás en la cola que nos toque ese día en particular.
Pero todavía más incomprensible me parece que ningún político o publicación jamás saque a la luz la incompetencia generalizada de las instituciones y servicios sociales, de la cual no podemos escapar.
Si una empresa privada funcionara con la ineficacia de las instituciones públicas, no creo que durara mucho tiempo. La oposición de este Gobierno, por ejemplo, podría hacer un estudio del propósito de cada institución, qué es lo que no funciona bien y lo que se puede hacer para remediarlo. ¿Por qué todos nos conformamos con la mediocridad y la falta de sentido común que parece regir en los ministerios, oficinas del Inem, Tráfico, etcétera? Yo tiro la primera piedra y espero que otros hagan lo mismo.
Esta es una de mis observaciones: creo que la falta de comunicación y cooperación que existe entre las oficinas y el personal responsables del seguimiento de unos trámites, así como la falta de conocimiento por parte de cada funcionario del objetivo de su responsabilidad y la trascendencia que cada paso tiene en relación con el trámite anterior o con el siguiente, parece ser uno de los mayores impedimentos para poder conseguir que cualquier trámite final siga un proceso racional, en un tiempo razonable y con un resultado positivo.
El lema de las instituciones públicas parece ser 'divide (a los empleados) y conquista (la frustración)', cuando debería ser 'relaciona y razona'.
Estoy segura de que si revisáramos los problemas y pusiéramos las sugerencias y nuevas ideas a trabajar, ganaríamos en eficacia, credibilidad y respeto, al igual que en salud.- Rosalía Díez. Madrid.
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