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Entrevista:RENATO DULBECCO | PREMIO NOBEL DE MEDICINA EN 1975 POR SUS ESTUDIOS SOBRE EL CÁNCER | LOS SECRETOS DE LA VIDA

'Curar el cáncer es difícil porque hay muchos genes implicados'

Renato Dulbecco (Italia, 1914) recibió el Premio Nobel de Medicina en 1975 por sus investigaciones sobre el cáncer. Concretamente, porque ayudó a que se entendiera la relación entre el material genético de una célula y la formación de tumores. Italiano de nacimiento y estadounidense de adopción, trabaja ahora en el Salk Institute (California), dedicado a la investigación del cáncer de mama. En su laboratorio se han formado seis galardonados con el Premio Nobel: Lee Hartwell, David Baltimore, André Lwoff, Howard Temin, Susumu Tonegawa y Paul Berg.

Pregunta. ¿Cómo explicaría qué es el cáncer?

Respuesta. El cuerpo está formado por billones de unidades virtuales denominadas células que trabajan en conjunto. Para ello, una gran computadora dentro de cada célula le dice lo que tiene que hacer. Si todo va bien, el cuerpo crece bien y no hay cáncer. Éste aparece cuando algo en este sistema, que debe estar coordinado, deja de estarlo y las células adquieren propiedades diferentes de las que poseen las células normales. Lo fundamental del cáncer es la pérdida de la coordinación entre las células. Es como una revolución dentro del cuerpo.

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P. ¿Ha abierto la investigación genética un nuevo modo de aproximarse al cáncer?.

R. Uno de los problemas que afrontábamos hace años en el cáncer era que no sabíamos por qué las células pierden el control. Sabíamos que cada célula está controlada por los genes que hay en ella, y cuando uno de los genes cambia, también las reglas pueden cambiar y las células comportarse de modo anormal. El problema era cómo estudiar eso. Analizar los genes de una célula cancerígena no era posible porque sabíamos que el sistema debía ser muy complicado.

Entonces se averiguó que algunos virus pueden inducir cáncer en animales. Los virus son pequeños, con poco contenido genético, y se pensó que sería mucho más fácil estudiar sus genes. Esto dio una primera idea de que el cáncer se origina cuando un gen con propiedades no comunes se convierte en funcional dentro de una célula.

P. ¿Qué queda por resolver?

R. Falta tener una idea clara de los cambios genéticos responsables del cáncer. El estudio de los virus y otras investigaciones posteriores nos hicieron comprender que hay algunos genes que pueden iniciar esos cambios. Pero hay más genes que cambian: algunos que están activos en células normales dejan de estarlo, desapareciendo su función, y otros que no deberían estar activos comienzan a funcionar.

Las nuevas tecnologías permiten analizar el estado de todos los genes dentro de una célula y ver cómo se diferencian las células cancerígenas de las normales. En un principio teníamos la esperanza de que hubiera pocos cambios y de que fuera fácil desarrollar nuevas terapias, pero ahora sabemos que los cambios son muchos. Lo que intentamos ver es si algunos de los genes son más importantes que otros y desarrollar las terapias adecuadas.

P. En los últimos 50 años ha habido grandes avances en la investigación del cáncer, pero su tratamiento aún depende básicamente de la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia.

R. La razón que hace tan difícil curar el cáncer es la gran cantidad de genes implicados, quizá más de mil. Ésa es la razón por la que se ha intentado curar con técnicas como la radioterapia, que no dependen de hacer blanco en un gen particular, sino en toda la célula. Ésa es una ventaja. La desventaja es que también afectan a células normales, un gran problema que produce pérdida de pelo o anemia, aunque después el cuerpo puede recobrarse. Muchos cánceres pueden curarse con esos métodos, pero no todos.

¿Cuáles son las nuevas propuestas? Muchas. Por ejemplo, hay un tipo de leucemia en la que el mecanismo causante comienza con el cambio en un gen muy bien definido. El paso siguiente ha sido conocer la estructura de la proteína que expresa ese gen. Conociéndola es posible diseñar drogas que interaccionen con la proteína y bloqueen su función. Las células con la proteína alterada no pueden reproducirse, y las normales terminan por hacerse más numerosas y por reemplazar a las malignas. Sabiendo la estructura de la proteína se puede diseñar la droga: ése es el futuro para el tratamiento del cáncer.

P. ¿Cómo influye el modo de vida en la enfermedad?

R. Sabemos con certeza que fumar provoca cáncer de pulmón y, posiblemente, favorece otros. El tabaco es lo más venenoso que existe. La dieta es difícil de investigar, porque para ello hay que saber lo que comía una persona 10 o 20 años atrás. Se han cometido muchos errores. Por ejemplo, hace años se creía que las grasas favorecían el desarrollo de cáncer de mama, pero ahora se sabe que no. Lo que sabemos con más certeza es que una dieta rica en grasas ayuda a desarrollar cáncer de intestino y colon. También es cierto que la exposición excesiva al sol produce cáncer de piel.

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