El alcalde pacta con sólo dos de los seis sindicatos el fin del conflicto en la policía

Ocho meses de un conflicto plasmado en alguna de las manifestaciones más violentas vividas frente a la Casa de la Villa están a punto de quedar atrás con el acuerdo aprobado ayer en la Comisión de Personal. El pacto incluye aumentar la plantilla de la Policía Municipal y actualizar algunos conceptos retributivos, como la cantidad que perciben por trabajar los festivos (unos 73 euros). Además, recibirán otros 120 en concepto de 'productividad'. 'Me gustaría que el acuerdo cerrase el conflicto', afirmó ayer el alcalde, José María Álvarez del Manzano.

El texto recoge propuestas de todos los sindicatos, según María Tardón, concejal de Policía Municipal, y Víctor García Carneros, de CC OO. Este sindicato y CASI ya han firmado el acuerdo. UGT afirmó ayer que decidirá en una asamblea si se adhiere en septiembre. El resto de los sindicatos (CPPM,CSIC y UPM) no han rubricado el texto. El conflicto se inició a raíz de la reorganización de la Policía Municipal, puesta en marcha a finales de 2001. Desde este primer momento, los sindicatos, así como PSOE e IU, reclamaron un aumento de efectivos.

En respuesta a esa demanda de más agentes, la comisión de personal aprobo ayer una nueva relación de puestos de trabajo (RPT) que liberará a 350 agentes de las labores de oficina que desempeñan actualmente. Para ello se incorporarán a la Policía Municipal una cifra igual de auxiliares administrativos. Este acuerdo ha supuesto uno de los puntos más difíciles de convenir, ante las dificultades que hay para modificar las plantillas en la Administración pública.

Según se incorporen los 350 nuevos auxiliares administrativos los agentes que ahora realizan esa tarea pasarán a hacer otras funciones. Esta medida refuerza la 'profesionalización del cuerpo, uno de los objetivos fundamentales de la reorganización de la Policía Municipal', afirmó María Tardón, responsable de ese cuerpo.

Ese aumento en el número efectivo de agentes disponibles contribuirá, asimismo, a poner fin a una de las prácticas habituales en la Policía Municipal: la venta de días festivos. Hasta mayo pasado, cuando quedó en suspenso el acuerdo firmado en 1998, los agentes percibían una cantidad mensual para compensar una media de 15 días festivos trabajados, lo que se conoce en el Ayuntamiento como 'venta de días'. El hecho de que se suspenda la venta de días no significa ahora una merma de las retribuciones de los agentes, ya que el nuevo convenio introduce nuevos conceptos retributivos en compensación.

'Entendemos que el conflicto, tras ocho meses de enfrentamientos, estaba ya acabado en parte por la intransigencia de la Corporación y en parte por la mala negociación de los sindicatos. El acuerdo cambia las condiciones de trabajo respecto a los festivos. El Ayuntamiento reconoce que estaban mal pagados y que los agentes tienen que descansar más', explicó al término de la comisión Victor García Carneros, de CC OO.

María Tardón se mostró ayer satisfecha por el resultado alcanzado tras más de 20 reuniones. A su juicio, permitirá 'incrementar en 1.500 agentes la presencia policial en las calles'. El alcalde, José María Alvarez del Manzano, resaltó que el convenio se ha logrado 'tras escuchar durante mucho tiempo los criterios de los diversos sindicatos', aunque reconoció que los dos firmantes (CC OO y CASI) son minoritarios en la Policía Municipal.

El portavoz socialista en la comisión de personal, Joaquín García Pontes, afirmó que su grupo no respaldaba el acuerdo, porque 'no resuelve el problema de seguridad que tiene Madrid'. Sin embargo, el portavoz de IU, Julio Misiego, consideró 'muy positivo' el convenio al recoger 'muchas de las reivindicaciones policiales'.

El conflicto en este cuerpo creó una de las situaciones más crispadas que ha vivido en su historia el Ayuntamiento. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía impidieron el 22 de febrero pasado que unos 2.000 policías locales llegaran a la plaza de la Villa cuando se celebraba un pleno municipal. La violencia de los enfrentamientos, con disparos de pelotas de goma y gases lacrimógenos, cesó sólo tras bajar varios concejales de IU y PSOE a la plaza y mediar con los agentes. Desde entonces, las concentraciones de policías municipales frente al Ayuntamiento se han convertido en habituales los días de pleno.