De maniobras en el islote

Un grupo de legionarios españoles, del destacamento de Isla Perejil, desarrolló en la mañana de ayer un ejercicio táctico: parecía un ensayo de asalto a la colina sur del peñón, la parte más cercana al continente. Eran las 11.30 horas, hora española (dos horas menos en Marruecos). Un periodista de EL PAÍS estaba en ese momento frente al lugar y escuchó una decena de detonaciones que acompañaban la maniobra. Disparos, claramente.

El Ministerio de Defensa, sin embargo, desmintió tajantemente esta versión por la tarde: 'No se ha hecho ni escuchado disparo alguno en la isla'.

Pero el sonido de las desbandadas de gaviotas que se produjeron después es elocuente. Y el ruido de un helicóptero que se aproximó desde Ceuta y se posó en la parte central del lomo de la roca a las 12.30. Al fondo, en medio del Estrecho, una fragata española vigila los alrededores. Una patrullera de la Armada da vueltas sin parar por tres de los cuatro costados de Perejil, pero nunca pasa por el lado que separa la isla del continente. Y una lancha de la Guardia Civil realiza maniobras similares.

Las idas y venidas de los soldados españoles, que crestean por la isla, es seguida desde bien temprano por lugareños que se acercan con prismáticos a la ladera Este de la ensenada que rodea el peñón.

Hay quien viene con niños pequeños para hacerse fotos. Otros explican los secretos de la roca, las grutas y zonas de acceso y cuentan aventuras de 'meros de cinco kilos asados con leña'.

Un hombre del vecino pueblo de Kasarin, que llegó en un 4x4 Suzuki Santana, y dice llamarse Mohamed, repite una y otra vez (en un castellano excelente) que le parece 'increíble lo que está pasando: nadie en Marruecos sabía que existía esta isla; sólo nosotros en la región y yo mismo ignoraba que se llamaba Leila, aquí todos la hemos llamado siempre exira (la isla)'. Y añade otro asunto que le preocupa: '¿Qué habría pasado si hubiese habido pasado algo, si hubiese habido tiros...?' Otro paisano apunta que la operación tuvo víctimas: 'Unas 15 a 20 cabras se asustaron por el ruido de los helicópteros, se despeñaron y cayeron al mar'. Entre curiosos, periodistas de todo el mundo y algunos manifestantes, con una pancarta que reza Fuera España, se junta medio centenar de personas antes de que los magrebíes se retiren a mediodía para acudir a los rezos en el día festivo musulmán.

En la localidad Kasarin hay varias mezquitas. Una, pegada al paso fronterizo peatonal con Ceuta, por el Atlántico. El imán, Abdesalam Kanllan, es un hombre de aspecto apacible, con una larga barba morena, que considera 'injusta' la toma de la isla por las fuerzas españolas. Añade que tiene 'miedo de que pase aquí como en Palestina' y que reza 'a Dios para que todo se arregle pronto'. El imán asegura que aludirá a la situación en su plegaria del día y repite que 'España está amenazando a Marruecos', que 'esa piedra está ahí desde hace siglos y un día estuvo pegada al continente; lo mismo que Gibraltar es español, esa piedra es marroquí'. En tono sosegado, el imán del lugar en el que se encuentra Perejil, concluye considerando 'un pecado' la presencia española en la isla.