Los barceloneses califican cada vez peor la gestión del Ayuntamiento de la ciudad
Las principales preocupaciones de la población son la inseguridad y la inmigración
La calificación que dan los barceloneses a la gestión del Gobierno municipal ha empeorado de forma progresiva en los últimos tres años, según se desprende de la encuesta anual de Servicios Municipales 2002 que presentó ayer el Ayuntamiento de la ciudad. Así, del 59,4% de ciudadanos que en 1999 consideraban la gestión municipal como buena o muy buena se ha retrocedido hasta el 46,6%, y, en paralelo, la calificación de mala o muy mala se ha más que duplicado, pasando del 7,4% de hace tres años al 16,1% en la actualidad. Con todo, los barceloneses puntúan al Ayuntamiento con un 5,9 sobre 10. Ayer también fue presentado el barómetro trimestral, del que se desprende que la inseguridad y los problemas asociados a la inmigración continúan siendo las principales preocupaciones de los ciudadanos.
El portavoz del Ayuntamiento, Ernest Maragall, explicó durante la presentación de los datos que la encuesta de Servicios Municipales sirve a los responsables del consistorio para conocer la evaluación ciudadana de la gestión y restó importancia al descenso de su valoración. 'No hay ningún elemento que permita ver que la percepción está cambiando', afirmó tras calificar la evolución de 'estabilidad positiva'.
En la misma encuesta, este año los barceloneses han puntuado la gestión municipal con un 5,9, aunque el Ayuntamiento no facilitó los datos de años anteriores. Por ámbitos, los que sacan mejor nota son el metro (con un 7), el autobús (6,6) y los servicios de atención general y atención a los ciudadanos (6,6). En cambio, suspenden la contaminación, el ruido, la seguridad ciudadana, la circulación y el aparcamiento, que es el peor valorado con un 2,9.
Respecto a la evolución de la ciudad, la encuesta revela un descenso en la percepción de mejora, pasando del 62,8% del año pasado al 54,1% de este año. En el sentido contrario, en esta consulta el 16,5% de los barceloneses consideran que la ciudad ha empeorado, frente al 12,9% de 2001.
Pese a estos indicadores, los barceloneses se muestran orgullosos de serlo y puntúan con un 7,8 la satisfacción que les produce vivir en la ciudad. Con vistas al futuro, el 68,2% considera que mejorará. Por zonas, los barceloneses que se sienten más satisfechos de su barrio son los del Eixample y Gràcia, a los que otorgan un 8,1 y un 8, respectivamente, y los que menos, los de Sants-Montjuïc, 7,5, y Ciutat Vella, 6,9.
La encuesta de Servicios Municipales 2002 se realizó entre marzo y mayo a 4.000 barceloneses mayores de edad mediante entrevistas domiciliarias.
Barómetro trimestral
Otra encuesta presentada ayer, la de Imagen Municipal, que se realiza trimestralmente, revela que las principales preocupaciones de los barceloneses continúan siendo la inseguridad (25,4%), los problemas asociados a la inmigración, que pasan del 12,4% de la anterior consulta al 15%, y la circulación (14,4%). Les siguen a mucha distancia el paro y las condiciones de trabajo, la limpieza de las calles y las molestias que producen las obras. Sobre la inseguridad, Ernest Maragall aseguró que se trata de una preocupación que el Ayuntamiento comparte con los ciudadanos y afirmó que 'es una cuestión que ha tocado techo'.
Respecto a los problemas que afectan a Cataluña, los barceloneses sitúan en primer lugar los problemas asociados a la inmigración, el paro y la inseguridad. En el caso de España, los dos primeros problemas mencionados son el paro y la inmigración, y en tercer lugar se cita el terrorismo, con un 10,5%.
Respecto a la intención de voto en unas hipotéticas elecciones municipales, el 23,1% manifiesta que votaría al PSC (tres puntos menos que en el barómetro de invierno), el 12,1% a CiU, el 5,9% al PP (1,2 puntos más), el 5,3% a ERC (1,4 puntos más) y el 3,4% a ICV.
El barómetro también muestra el apoyo unánime de los barceloneses a la celebración del Año Gaudí y el desacuerdo mayoritario con la reforma laboral del Gobierno central.
La encuesta trimestral de Imagen Municipal se realizó durante la primera semana de junio mediante entrevistas telefónicas a 800 barceloneses mayores de edad.
Satisfechos con la vida y la familia
Los barceloneses están literalmente encantados de la vida. En una escala del 0 al 10, califican la satisfacción con su propia vida con un 7,5; con su familia, con un 8,5, y a su trabajo le dan un 7,1, aunque puntúan con un 6,3 su situación económica. Éstos son algunos de los datos que revela la encuesta de Valores Sociales 2002, la tercera que presentó ayer el Ayuntamiento. Se trata de la segunda edición de un sondeo con el que el consistorio pretende tomar el pulso de la ciudad sobre los valores que rijen la vida de los barceloneses, explicó Ernest Maragall. La muestra está compuesta por 1.500 personas a las que se entrevistó en casa. La encuesta ofrece datos paradójicos. Por ejemplo, los encuestados se declaran mayoritariamente ecologistas y socialistas, y dicen sentir mucha simpatía por la ayuda humanitaria y los movimientos pacifistas. Sin embargo, muestran muy poco interés por la política y creen que la sociedad es fundamentalmente consumista y materialista. Otro ejemplo: el 83% considera que las parejas deben compartir las tareas del hogar, aunque en la mitad de las casas encuestadas son las mujeres quienes se encargan de ellas. Sobre políticas de inmigración, la mayoría de los encuestados juzgan adecuado establecer convenios con los países de origen de los inmigrantes y sólo un tercio se muestra partidario de legalizar su situación, frente al 45% que sugiere darles acogida temporal. Además, casi dos terceras partes consideran que los inmigrantes deberían adoptar la cultura del país al que llegan. Respecto a la confianza en las instituciones, los entrevistados confían plenamente en la familia, la Universidad y las ONG, y muy poco en los partidos políticos, la Iglesia católica y la presidencia de Estados Unidos. Y un último dato: el 30,6% de los encuestados afirma que en alguna ocasión es justificable oponerse violentamente a la policía.
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