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Reportaje:PANTALLA INTERNACIONAL

Harrison Ford es ya un héroe ruso

El actor se aventura en aguas turbulentas con el estreno de 'K-19: The Widowmaker', filme por el que ha cobrado 25 millones de dólares por una aparición de media hora.

Harrison Ford ha vuelto a ser el centro de todas las miradas a su paso por la alfombra roja del teatro Westwood, en Los Ángeles. Se trata de la primera vez que Ford, 60 años recién cumplidos y separado hace uno de su esposa Melissa Mathison, comparece en público acompañado de la joven Calista Flockhart, de 37, desde que ambos se conocieron en la última entrega de los Globos de Oro. Es razón suficiente para asegurarse la atención de todas las cámaras, que llevan meses persiguiendo una instantánea de la pareja del año, pero en esta velada la mayor estrella de la industria del cine brilla con luz propia, sin necesidad de la prensa del corazón, al tratarse del estreno de su última película, K-19: The Widowmaker, filme que protagoniza y produce y donde el rostro más conocido del cine estadounidense interpreta al capitán de un submarino soviético durante un incidente real de la guerra fría.

Un trabajo que se distancia del resto de la carrera de Ford, más acostumbrado a luchar contra los rusos, y que viene marcado por otra anécdota igual de señalada: ha cobrado un salario aproximado de 25 millones de dólares que, dividido por su tiempo en pantalla, vendría a salir a millón de dólares el minuto, aproximadamente. Como recalca Ford, siempre ha estado dispuesto a hacer algo diferente y ahora más que nunca parece ser el momento perfecto para darle un cambio a su vida, tanto artística como personal.

'Eso no quiere decir que esté intentando cambiar mi imagen', asegura, mientras luce ese pendiente ya habitual en su indumentaria y un aspecto juvenil, descamisado y sin corbata a pesar de llevar traje. 'Se trata de una película poco usual para una compañía americana y el papel es muy diferente a cualquier otro que haya interpretado antes. Me gustó que fuera una historia sobre Rusia vista desde el punto de vista ruso y sin interferencia de ningún personaje americano', confirma el actor, sin quererse dar por aludido de la ironía que es pasar de ser Indiana Jones o el agente Jack Ryan, algunos de sus personajes más populares, a convertirse en el capitán Alexéi Vostrikov, nombre de ficción inspirado en el héroe ruso Nikolái Zateyev, que, gracias al sacrificio de su tripulación, impidió una crisis nuclear entre las dos superpotencias.

Enfrentamiento legal

A algunos de los protagonistas de esta historia no se les ha escapado esta ironía, un asunto que incluso ha llegado a convertirse en un enfrentamiento legal donde un grupo rival de productores, en este caso rusos, aseguraban tener los derechos de esta historia. Además estuvo el recelo de los familiares de las víctimas, especialmente tras leer una versión del guión en la que se mostraba a los marineros aficionados a la bebida y a la insubordinación. Como reconoce Ford, cuya abuela era de origen ruso judío, es cierto que existió este recelo y que los supervivientes de este incidente 'estaban muy preocupados por el interés de unos realizadores americanos en su historia', pero la seriedad del proyecto y su propia dedicación les dio la tranquilidad que buscaban. Para ello, el actor no dudó en mostrar sus canas, ganar algo de peso -'dado que un capitán de submarino en aquel entonces no estaba especialmente preocupado por la línea'- e incluso interpretar el papel con acento ruso, la primera vez en su carrera que varía su habitual deje de americano de Chicago. 'Me parecía importante que el público se diera cuenta de que no se trata de una película de Harrison Ford. Que es una película de rusos', asevera.

Este interés por ser fidedigno le puede costar espectadores a una película que es la primera producción de National Geographic Society, empresa que publica la revista del mismo nombre. 'Dado que es una vuelta de Harrison Ford a lo que mejor se le da a esta estrella, que son los papeles como un hombre de acción, la película debería convertirse en un gran estreno, pero se puede ver limitada por el escaso interés yanqui en la historia y en especial en un episodio de la guerra fría contado desde la perspectiva rusa', aventura el crítico Robert Koehler en la revista Variety.

Incluso el poderío de Ford, capaz de recaudar más de 2.000 millones de dólares en la taquilla internacional a lo largo de su carrera, se ha visto debilitado en algunos de sus últimos estrenos que, como Seis días, siete noches, no consiguieron generar el mismo interés entre el público. Además, K-19: The Widowmaker tiene un tono mucho más serio que los estrenos veraniegos de Hollywood, un factor que impidió la semana pasada al filme Road to perdition, de Tom Hanks y Paul Newman, ocupar el primer puesto de taquilla como le corresponde a un filme de su talla. 'Será una interesante contraprogramación al verano', indicó a la prensa la directora de K-19: The Widowmaker, Kathryn Bigelow, durante su estreno esta misma semana.

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