'Del sueño gringo se pasa a la pesadilla en un momento'
Reina estaba harta de Medellín, quería irse a Nueva York a vivir el gran sueño americano, el 'sueño gringo', y arrastró en su huida a Marlon. Si el viaje fue un infierno, Nueva York se convirtió en una pesadilla. La primera noche, Marlon, acosado por la policía, se perdió y perdió a Reina. Buscarla, encontrarla, se convirtió en su objetivo. Ésta es la historia, dura y tierna, no exenta de humor, que cuenta el escritor colombiano Jorge Franco (Medellín, 1962) en Paraíso Travel (Mondadori), la segunda novela que publica en España. Con la anterior, Rosario Tijeras (Mondadori) conquistó a los lectores colombianos y a un buen número de españoles. Ésta es aún mejor.
Pregunta. Rosario Tijeras era una mujer muy dura; Reina también lo es. ¿Son siempre así sus mujeres?
'Hay ingenieros que prefieren lavar platos en EE UU a estar muertos o secuestrados'
Respuesta. Creo que sí. La cultura paisa, la de mi tierra, es muy machista, pero también matriarcal. Con el tiempo, las mujeres van cobrando fuerza y se convierten en madres de sus esposos. También hay un factor familiar. En mi casa hay cuatro mujeres: mi madre y mis tres hermanas. Pueden más ellas que mi padre y yo. Cuando era niño, cada una de mis hermanas venía a casa con amigas y se juntaban hasta 20 mujeres. Yo me escondía en mi cuarto y me refugiaba en la lectura. De Rosario a Reina hay un cambio importante. Rosario seduce; en cambio, Reina, no. Rosario tiene que morir para que el narrador pueda liberarse; Reina, no.
P. Se ha documentado usted a fondo sobre la inmigración ilegal.
R. Hice el mismo viaje de 30 horas de Nueva York a Miami en autobús que hace Marlon en el libro. Quería ver a través de la ventanilla. Es la manera más económica de viajar en Estados Unidos, la que utilizan los latinoamericanos, los negros y los norteamericanos con menos recursos.
P. Pero no hizo usted el viaje Medellín-Bogotá-Panamá-Guatemala-México para entrar clandestinamente en EE UU.
R. No lo hice por cobarde. El paso de la frontera es terrible. Las mafias son terroríficas; la policía del otro lado también es tremenda.
P. Y estuvo dos meses en Nueva York.
R. Lo que más me asombró es cómo nuestra realidad colombiana se traslada allá donde hay un grupo importante de colombianos. En Nueva York, en Queens, hay un millón de colombianos. Allí hay extorsión, secuestros, paramilitares, violencia... Y no pueden acudir a nadie porque la mayoría son indocumentados. Hay una transposición de todo lo malo, pero también de lo bueno, como la solidaridad.
P. Y usted lo explica a través de los distintos personajes.
R. No quería tomar una posición a favor o en contra de los emigrantes. No quería juzgar, sino explicar. Don Pastor ha conseguido tener un restaurante en Queens; Giovanny es el amigo generoso y solidario; Roger Pena es el pillo. Hay quien despotrica de sus orígenes y hay quien no puede olvidarlos.
P. Habla usted en Paraíso Travel del peso de ser colombiano, de lo difícil que resulta ser colombiano en el exterior.
R. Estamos bajo sospecha. Vas a un aeropuerto y te sientes incómodo, cuando presentas el pasaporte percibes una reacción diferente. Lo de la droga es un problema que debería ser compartido. Hay oferta porque hay demanda, y si no hubiera demanda en el Primer Mundo, no habría oferta en el Tercero. Lo que pasa es que se sataniza al productor. Para un policía de cualquier parte, un colombiano es una posibilidad de ascenso.
P. También dice que Colombia es un territorio inhóspito para los propios colombianos.
R. La violencia es insoportable, no hay dinero, no hay trabajo. Antes se iban los menos favorecidos, ahora se quieren ir todos, hay una emigración masiva. Los ingenieros prefieren lavar platos en Estados Unidos a morir o ser secuestrados en Colombia, aunque es muy difícil para nosotros adaptarnos a la cultura norteamericana.
P. La maldición del emigrante.
R. No quieren quedarse, pero no pueden volver. Intentan pellizcarle algo al sueño gringo, pero es muy difícil, y no pueden volver con las manos vacías. Todos mienten, les dicen a sus familias que les va muy bien, pero en general no es cierto. Del sueño gringo se pasa a la pesadilla en cuestión de minutos. Antes de llegar ya empieza a derrumbarse el sueño americano. Se puede conseguir algún dinero, pero con mucha humillación.
P. Usted sigue viviendo en Colombia.
R. Es difícil, pero tienes que adaptarte. Tomo algunas precauciones, no tengo carro blindado, pero sí con cristales antigolpes.
P. ¿Le costó mucho conseguir visado para este viaje a España?
R. Sí, sólo lo logré gracias a la editorial. En cambio, los narcotraficantes no tienen problemas. Ellos han puesto su dinero en el Primer Mundo y pueden conseguir el visado cuando quieren.
P. Paraíso Travel muestra una enorme progresión tanto literaria como formal.
R. Antes de Rosario Tijeras no tenía más de 500 lectores. Me asusté un poco con el éxito, sentí una gran responsabilidad y aposté por lo único que sé o lo que estoy aprendiendo, escribir. Tengo el firme propósito de superarme en cada libro. Paraíso Travel es producto de muchas ideas y le hago un guiño discreto a un libro que siempre me fascinó, La odisea: el viaje, la aventura, la búsqueda.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.