Fomento quiere que la M-40 tenga seis carriles y túneles más bajo El Pardo

El Ministerio de Fomento, que desde hace menos de un mes está construyendo un carril adicional por cada sentido en la M-40 entre Pozuelo y la M-607, cree que esta ampliación no es suficiente. Cuando se construyan los nuevos barrios de Sanchinarro, Montecarmelo, Arroyo del Fresno y Las Tablas (45.000 nuevas viviendas), la M-40 no dará ya de sí. Por eso estudia ampliar a seis el número de carriles en algunas zonas y horadar dos túneles nuevos bajo el monte de El Pardo. El proyecto, que se encuentra en información pública para las administraciones afectadas, supone, de hecho, una modificación sustancial del trazado de la M-40 entre Pozuelo y los nuevos barrios.

La M-40, inaugurada hace sólo seis años, se ha quedado pequeña para el tráfico que la atraviesa cada día. La ampliación de los carriles centrales, iniciada en mayo pasado, no será suficiente para absorber el volumen de tráfico previsto. Sobre todo cuando estén finalizadas las casi 45.000 viviendas de los nuevos barrios de Arroyofresno, Montecarmelo, Las Tablas y Sanchinarro, donde vivirán unas 125.000 personas.

El Ministerio de Fomento ya ha encontrado la solución: quiere abrir dos vías laterales (ampliación de hecho a seis carriles de la M-40) y dos nuevos túneles paralelos a los actuales de El Pardo. Las nuevas calzadas, de dos carriles cada una, empezarán en la M-40 a la altura de Pozuelo. De allí partirán hacia la N-VI y continuarán en paralelo a ésta hasta la M-30 en dirección a El Pardo. Desde este punto enlazarán, de nuevo, con la M-40 a la altura de los túneles de El Pardo. Para atravesar esta zona protegida se abrirán dos nuevos túneles de un kilómetro en paralelo a los actuales. La ampliación de la M-40 acabará frente al nuevo barrio de Sanchinarro.

Fomento está convencido de la necesidad de la obra, y en un estudio oficial asegura que 'no actuar en esta zona, al igual que en la práctica totalidad de la M-40, no es viable'.

Declaración de impacto

Actualmente está abierto el plazo de información para las administraciones públicas. Una vez recibidas las alegaciones, Fomento preparará un expediente, que enviará al Ministerio de Medio Ambiente. Los técnicos ambientales elaborarán la declaración de impacto ambiental correspondiente, a cuyos parámetros se tendrá que ajustar el proyecto definitivo.

El estudio de impacto ambiental da vía libre a la ampliación, aunque señala que los principales impactos de este tramo se centran en las bocas occidentales de los túneles de las vías de servicio, situados en el monte de El Pardo, en una zona declarada Zepa (área de nidificación de aves, bajo protección de la Unión Europea) y propuesta como LIC (Lugar de Importancia Comunitaria).

Pero el mismo informe señala que las condiciones que ya rodean a la actual boca del túnel de El Pardo -120.000 coches cada día lo atraviesan- hacen inviable la presencia de las especies valiosas en el entorno, entre las que se encuentran diez parejas nidificantes de aguila imperial, buitre negro, milano negro, milano real, águila culebrera y calzada. El ruido ha alejado del lugar, incluso, a otras especies más tolerantes.

El deterioro actual es tal que el estudio sostiene que 'en la zona de obras no existe prácticamente fauna, limitándose a algún gorrión o urraca ocasional'. 'Por ello', continúa, 'puede afirmarse que los tramos de vías de servicio y las bocas de los túneles propuestas en la Zepa carecen de significación en cuanto a la superficie ocupada, apenas una hectárea, y no afectan a ninguna especie por las cuales se declaró la Zepa'. En cuanto a los problemas de incremento de ruido, el mismo documento traslada su solución a los promotores de las nuevas viviendas. Señala que 'el problema de las edificaciones que presentan exceso de ruido en la actualidad se debe a haber sido construidas en una zona ruidosa sin la necesaria protección, y no a las actuaciones estudiadas'.

El informe indica también que es fundamental que los promotores de las nuevas viviendas en Pozuelo y Valdemarín o en los futuros barrios de Arroyo del Fresno y Montecarmelo, actualmente en desarrollo, adopten las necesarias medidas de protección acústica que garanticen la compatibilidad de los usos previstos con la M-40.

Las emisiones contaminantes también aumentarán, admite el estudio.