Arenas modera su discurso crítico contra la Junta en su primer acto como ministro en Andalucía

El primer acto de Javier Arenas en Sevilla como ministro de Administraciones Públicas puso de relieve, al menos en las formas, un cambio en el discurso del secretario general del PP, habitualmente muy crítico con la Junta y, en concreto, con su presidente, Manuel Chaves. Arenas abogó por el fin del casi permanente conflicto entre la Junta y el Gobierno central. 'En la medida de mis posibilidades, contribuiré para que se termine la confrontación entre la Junta y el Gobierno', dijo. Chaves, por su parte, insistió en que el cambio debe plasmarse en el traspaso de las políticas de empleo a Andalucía y en que el Gobierno no recurra la sentencia que da la razón a la Junta en el conflicto de la financiación autonómica.

Como ya hiciera en 1996, cuando fue designado ministro de Trabajo, Arenas solemnizó su entrada en el Gobierno con una visita a la Basílica de la Macarena, rodeado por varios dirigentes del PP, aunque ayer no autorizó que se le fotografíase en el interior del templo, algo que suscitó algunas críticas hace seis años.

Ya como ministro de Administraciones Públicas, cartera clave en la relación con las autonomías, Arenas mostró un perfil más institucional que partidista y abogó por dar un giro a las tensas relaciones entre Junta y Gobierno y, ya de pasada, se comprometió a que el Ejecutivo participará en la financiación para construir el del metro de Sevilla.

Así, además de decir que contribuirá a rebajar esta tensión entre las administraciones, señaló que ya ha mantenido una conversación telefónica con Chaves (y con otros seis presidentes autonómicos) y que espera celebrar 'pronto' una reunión con él. Añadió que desde este ministerio piensa ofrecer y pedir 'lealtad institucional'.

No obstante, eludió hacer un pronunciamiento definitivo sobre las dos condiciones que ha planteado el Gobierno andaluz para que haya un nuevo ambiente en las relaciones entre las dos administraciones: la transferencia de las políticas activas de empleo y que el Ejecutivo no recurra la sentencia de la Audiencia Nacional que da la razón a la Junta en uno de los litigios sobre la financiación autonómica. 'Se están estudiando en mi departamento' estos asuntos, afirmó escuetamente Arenas.

Por la tarde, Chaves señaló que 'la conversación con Arenas fue de pura cortesía' y añadió: 'Después de tantos años, no quiero palabras, quiero gestos, actos y hechos', informa Cándido Romaguera.

En Jaén, el consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, anunció que ha remitido una carta a Arenas conminándole a que, cuanto antes, convoque una reunión de la comisión mixta de transferencias con el objeto de hablar, precisamente, del traspaso de las políticas activas de empleo y de la sentencia de la Audiencia Nacional. Zarrías consideró básico que se llegue a un 'punto de encuentro' entre las dos administraciones.

Ninguno de los dos temas son nuevos en las agendas de los gobiernos, recordó el consejero, que estima que no es necesario dejar pasar mucho tiempo para el encuentro a pesar de que Arenas acaba de tomar posesión como ministro. Las políticas activas de empleo, recordó Zarrías, ya están en manos de las comunidades con el mismo nivel de competencias que Andalucía, pero en el caso de esta región no se ha concretado aún el traspaso. Zarrías destacó que sólo pretende que Andalucía tenga 'lo que le corresponde por derecho'.

En Cádiz, el consejero de Gobernación, Alfonso Perales, aludió a las críticas del ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, a Arenas por la compatibilización de cargos, informa Fernando Pérez Monguió. '¿Qué podemos esperar o qué debemos esperar del ministro de Administraciones Públicas si el propio ministro de Fomento, antiguo secretario general, duda de su independencia y de su capacidad para defender los intereses generales del Gobierno central cuando insiste en que hay que distinguir entre partido y Gobierno?', se preguntó Perales, que expresó la 'inquietud' de la Junta por el nombramiento de Arenas como ministro.