Las familias numerosas no somos bien recibidas
Las familias numerosas somos cada vez peor recibidas por diferentes sectores de la hostelería. Cuando salgo a comer con mi mujer y tres hijas ya me he acostumbrado a las malas caras por parte de los encargados de los restaurantes cuando les pido mesa; y en estas vacaciones han llegado más lejos: directamente me dicen que no hay y me invitan a abandonar el local. La terraza de la pizzería en cuestión estaba hasta arriba, por lo que solicité mesa para siete en el interior, que se encontraba casi vacío. Había seis u ocho mesas libres y ninguna con el cartel de reservada. 'Siete no pueden comer; máximo cuatro', me dijo el encargado. No vale protestar, ponen en práctica el derecho de admisión y fuera, a la calle y a intentarlo en otro sitio.
Los niños ya no son bien recibidos en muchos sitios, ni en las pizzerías, menos mal que nos quedan los fast-food americanos y los hoteles rurales, ahí acabamos todos. Y lo más curioso es que todo esto nos ha ocurrido en un país, una comunidad autónoma y un pueblo regido por políticos del PP, los de la natalidad y la familia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.