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Columna
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Flamante

Acostumbrada como estoy a los aconteceres tranquilos de la periferia, había olvidado los sobresaltos que la capital del reino puede ofrecer a los forasteros, si llegan en el momento adecuado. En breve: que de tanto disfrutar de mi retiro barcelonés ya no recordaba las cosas que te puede hacer Madrid si aún no estás muerto y coincides con una crisis gubernamental.

En realidad, yo he venido a esta querida ciudad (en tren y mirando todo el rato al cielo, no fuera a caérsenos encima un avión del puente aéreo) con la más mundana y sagrada de las intenciones. Contribuir a la lista de bodas que la pareja Aznar- Botella/Agag tiene en El Corte Inglés. Pensaba regalarles el termo: cuesta menos de 300 euros, o sea, está muy al alcance de la llaneza, y es como el mío, de muy buen rendimiento. Lo mismo sirve para guardar caliente el café con leche que el agua para los lavajes post-coito, y puede incluso emplearse para preparar martinis secos. Aunque hay que ir con cuidado para no confundir los usos ni los contenidos, más que nada para no estropear las aceitunas.

Pero hete aquí que la capital, a mi llegada, andaba en otros temas de última hora. De entrada, me encontré a la dizque izquierda alborotada porque, después de haber pasado varios años jaleando a Ruiz-Gallardón para molestar a Aznar, ahora resulta que éste, en magistral jugada, se lo coloca enfrente, de aspirante a la alcaldía. Menos mal que yo no tengo ese problema, siempre dije que el hombre, aunque encantador y muy pulcro, me parece más de derechas que Clark Kent, y un poco pesado porque siempre habla de cultura para demostrar que lo ideológico no hace lo montaraz forzosamente.

Acerca de ello reflexionaba en la Villa, mientras efectuaba ejercicios abdominales, me ponía rímmel y escuchaba la tele, cuando la voz sobrecogedora del telediario de la Televisión de España anunció los cambios de ministros. Esta columnista se dejó un ojo plano y el vientre como las pestañas de Warren Beatty, del susto que me produjo tener que ponerme a imaginar qué atuendo escogerá el flamante ministro Flamante Zaplana (Flamante como nombre de pila, Flamante Forever, Flamante Incesante) para su primera entrevista con los líderes sindicales.

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