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Reportaje:SAN FERMÍN

Un 'lifting' para la vieja plaza

El debate ha quedado zanjado para los próximos veinte años: Pamplona no tendrá una nueva plaza de toros. El derribo de la actual y la operación inmobiliaria requerida para construir un moderno coso resultaban 'inviables', en palabras de los responsables de la Casa de Misericordia, la institución benéfica propietaria del redondel pamplonés.

Atrás han quedado los planes de 1998, cuando el arquitecto Fernando Redón elaboró el esbozo de una nueva plaza cubierta para 23.000 espectadores, con galerías comerciales y aparcamientos subterráneos. Una idea barajada durante tiempo y con un costo económico que oscilaba entre los 18 y los 30 millones de euros. Sin embargo, la Casa de Misericordia ha optado por una solución mucho más modesta: tras el verano remodelará la vetusta plaza actual para adaptarla a la normativa legal en dos áreas prioritarias: seguridad y evacuación.

Las negociaciones con el Gobierno de Navarra se han centrado sobre un proyecto de remodelación de 1,8 millones de euros que incremente el número de pasillos de acceso y la anchura de las localidades, manteniendo el número total de asientos. El objetivo es que afecte a poco más de un centenar de abonados, a los que se ubicará en mejores localidades. La gran mayoría de las 19.500 localidades es de abono.

Desde 1992, un decreto foral del Gobierno de Navarra regula las condiciones que deben reunir los cosos permanentes, las medidas de sus localidades, número de salidas y elementos de seguridad, aspectos casi todos ellos incumplidos hoy por la plaza. Cuando se construyó, en 1922, fue la primera de España en integrar el hormigón armado, pero con paso del tiempo lo ha convertido en un espacio deteriorado, incómodo y con deficiencias de acceso y evacuación.

Redón y el arquitecto Miguel Ángel Alonso presentaron a los técnicos del Ejecutivo foral un plan para cubrir esas deficiencias y otras, como dotar al recinto de unos aseos modernos. La última ampliación data del año 1967, en que se levantó todo el graderío alto.

No fue fácil elaborar el plan de remodelación. Uno de los arquitectos señaló que se habían quedado 'asustados' al constatar que la adaptación escrupulosa de la plaza a la ley 'podría ser un absoluto desastre, ya que obligaría a cambiar de sitio a no menos de mil abonados'. Por ello, la Casa de Misericordia ha pedido al Ejecutivo que 'asuma' la singularidad del coso pamplonés, donde 'cambiar a la gente de localidad puede conllevar un auténtico problema social'.

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La solución adoptada, la más 'sensata' según los arquitectos, zanja un debate abierto desde hace una década. La Policía Foral estima que la plaza es segura desde un punto de vista de protección civil, lo cual permite la celebración de los espectáculos, aunque las carencias del recinto son más que evidentes.

El lavado de cara alargará la vida útil del coso 'para los próximos veinte años', según los redactores del plan. La plaza se llena todos los días de San Fermín, pero está prácticamente desaprovechada el resto del año y su ampliación es sumamente problemática. No se puede agrandar debido al lugar en el que está ubicada, y cualquier obra debe estar concluida en menos de un año. El actual director de la Casa de Misericordia, Jesús Cía, ha indicado que la remodelación 'no contradice otras posibilidades', y es que persisten los planes para acondicionar el recinto a otro tipo de espectáculos.

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