Zaplana 'fomentará' el diálogo social sin frenar las reformas 'tremendamente necesarias'

Eduardo Zaplana estrenó su cargo como ministro de Trabajo con el compromiso de 'fomentar', al mismo nivel, 'el diálogo social y las reformas necesarias para lograr el pleno empleo'. No hizo en ese acto la más mínima referencia ni al decreto-ley del desempleo ni a la huelga del 20 de junio. Anunció que dedicará a ese doble objetivo su 'mejor predisposición, voluntad y entusiasmo', y admitió la posibilidad de fracasar: 'No sé con qué éxito saldré'. Por la tarde, Zaplana telefoneó a los líderes de UGT y Comisiones Obreras, Cándido Méndez y José María Fidalgo, un gesto que los sindicatos interpretaron como de 'mera cortesía'. 'Ya hablaremos', les comunicó después de anunciarles que se ponía a 'su disposición'. Pero las centrales, tras consultar con sus federaciones en Valencia, que conocen bien a Zaplana, le acogieron con muy poca confianza.

Zaplana atribuyó a los Gobiernos del PP y a sus antecesores en el ministerio -el último fue Juan Carlos Aparicio- el logro de que el 'pleno empleo sea un objetivo posible' cuando 'parecía inalcanzable hace algunos años', es decir, cuando gobernaban los socialistas. Y se jactó de que ese fin se ha logrado 'con diálogo social y reformas tremendamente necesarias'.

Juan Carlos Aparicio, el ministro saliente, aseguró que entregaba la cartera a Zaplana 'con la tranquilidad de que queda en manos de una persona cualificada y con gran sensibilidad política'. Zaplana dio ayer la primera medida de esa 'sensibilidad' al situar sistemáticamente en la misma frase las menciones al 'diálogo social' y a las 'reformas tremendamente necesarias'; al asegurar que fomentará ambas, aunque no sabe 'si tendrá éxito'; y al anunciar que 'convocará' en breve a los sindicatos.

Éstos agradecieron al ministro la llamada telefónica pero reiteraron la exigencia de 'un cambio en los modos y en los contenidos de la política del PP' para que el diálogo tenga algún éxito.

A primera hora de la mañana, antes de jurar su cargo como nuevo titular de Trabajo, Zaplana concedió breves entrevistas a tres emisoras de radio. La Cadena SER le preguntó por el decretazo, y Zaplana respondió que esa reforma, en estos momentos, 'se debate en el Parlamento, hay iniciativas de los grupos políticos y tiene que seguir su tramitación'. Ése es el mensaje del Gobierno desde que se convalidó el decreto-ley sobre el desempleo, contra el que los sindicatos hicieron una huelga general. Zaplana apostilló: 'Pero soy un convencido de la necesidad del diálogo social, no sé si va a ser posible, sé las dificultades de la coyuntura, pero vengo con la intención de hacer todos los esfuerzos del mundo para que la consecución del objetivo de pleno empleo se pueda conseguir'. La pregunta no era sobre el pleno empleo sino sobre la reforma laboral.

Zaplana abundó en esta argumentación, también a primera hora de la mañana, en la Cope y en RNE. Aseguró que 'los sindicatos se han expresado en términos muy duros' y que 'el clima no es el más propicio después de una huelga general y del debate que esto ha despertado'. Y añadió estar 'convencido' de que todos, también los sindicatos, defienden 'el interés general' y, por tanto, que 'nadie puede, porque prosperen unas estrategias en un momento determinado, por legítimas que éstas puedan ser, perjudicar el interés de los ciudadanos'. Ese interés se resume en el propósito del pleno empleo que, según subrayó Zaplana en su toma de posesión, es 'un objetivo alcanzable' gracias a los 'logros' de los anteriores ministros que José María Aznar nombró en Trabajo. Para apuntalar esa continuidad, Zaplana dejó entrever que contará con los cargos del ministerio que ayer estuvieron en su toma de posesión: el secretario de Estado de Seguridad Social, Gerardo Camps, que es un hombre de su total confianza en el PP valenciano, el secretario general de Empleo, Juan Chozas, la secretaria general de Asuntos Sociales, Concepción Dancausa, y el subsecretario, Marino Díaz Guerra.