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El regreso al origen, 20 años después

Ruiz-Gallardón vuelve a su cuna política con el reto de lograr los Juegos Olímpicos

Alberto Ruiz-Gallardón regresará 20 años después a su cuna política y lo hará a la fuerza. Este madrileño de 43 años, presidente autonómico desde hace siete, fiscal en excedencia, casado y con cuatro hijos, competirá en mayo de 2003 por el primer sillón del Ayuntamiento de Madrid, una institución donde tomó sus primeras clases de política en 1983 con Enrique Tierno como profesor-alcalde.

Este 'corredor de fondo', definición que él mismo acuñó para justificar sus dos fracasos electorales en la Comunidad de Madrid, miraba ahora al frente para llegar pronto al Palacio de la Moncloa cuando su jefe político, José María Aznar, le ha hecho volver la vista atrás porque el partido le necesitaba en la plaza electoral más importante. Obediente, aceptó el reto. Si gana, el presidente del Gobierno le debe una.

Intentará repetir el éxito de José María Álvarez del Manzano, que ha logrado tres mayorías absolutas consecutivas. Si gobierna, cambiará los modos de gestionar y de hacer política en la ciudad más poblada de España, porque su modo de gestionar y de hacer política es muy distinto al que practica el alcalde actual.

Ruiz-Gallardón no disfruta como Álvarez del Manzano con el chotis; le gusta la música clásica. Tampoco canta villancicos en público, tradición que el actual regidor mantiene desde hace años todos los primeros de diciembre. El futuro candidato prefiere escuchar ópera o tocar el piano. Es muy aficionado a las carreras de Fórmula 1 y poco o nada aficionado a los toros y al fútbol.

El presidente madrileño invierte a un ritmo que ha dejado maltrechas las arcas de la Comunidad. Sus 100 kilómetros de metro en ocho años suponen un récord en el mundo, un privilegio para cientos de miles de madrileños y un agujero grande en la hacienda regional.

Su sucesor se encontrará con muchas deudas pendientes. De cada presupuesto, una parte importante irá dedicada a pagar aquello que encargó Ruiz-Gallardón. Nunca lo olvidarán.

La afición al gasto público del fiscal en excedencia encontrará un acomodo perfecto en la alcaldía de Madrid. José María Álvarez del Manzano se despedirá con escasos logros pero mucho ahorro. Tanto, que la mayoría de los años no ha logrado gastar ni la mitad del presupuesto de inversiones.

A Ruiz-Gallardón le toca ahora arrancar el carro de los Juegos Olímpicos, la principal ilusión de un dirigente político que despedirá ocho años de Gobierno regional con mucho subterráneo, algunas carreteras, un parque de ocio, múltiples acuerdos con los sindicatos y algunas apuestas sociales pioneras en España, como la narcosala para heroinómanos, o una dura Ley antibotellón. Olvidó a los ancianos (hizo pocas residencias) y a los niños (la lista de espera de guarderias sube cada año).

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