Zapatero cree que Aznar muestra el 'fracaso' de su Gobierno y augura el 'declive' del PP

El PSOE trató ayer de aparentar naturalidad ante la sorpresa del cambio profundo de Gobierno provocado por el jefe del Ejecutivo. El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, señaló que 'el Gobierno está en crisis desde hace mucho tiempo y la solución no es el cambio de ministros si no lleva aparejado un cambio de políticas y actitudes'. Rodríguez Zapatero señaló que los cambios indican 'el declive acelerado del PP' y proclamó 'el fracaso' de su gestión. Gaspar Llamazares, coordinador general de IU, concluyó que la huelga general ha sido 'la espoleta' de la crisis.

La izquierda parlamentaria sitúa el cambio en las consecuencias de la huelga general del 20 de junio y en la situación 'de fracaso' del Gobierno de Aznar, según el líder del PSOE, que se ha visto 'desbordado por las consecuencias de su política antisocial y autoritaria'. El descontento social habría llevado al presidente del Gobierno, José María Aznar, a realizar este cambio, según los primeros análisis.

Rodríguez Zapatero hizo a media mañana de ayer un primer análisis y por la noche, al conocer los cambios, volvió a comparecer, para denunciar que el presidente del Gobierno no saliera a la luz pública para informar sobre 'las causas' de los cambios. El dirigente socialista recordó que la crisis afecta también a la presidencia de la Comunidad Valenciana y a la de Madrid.

Por la mañana, Zapatero se entrevistó en la sede socialista con los líderes de CC OO y UGT, José María Fidalgo y Cándido Méndez, y mientras la conversacíón transcurría se confirmó que el presidente José María Aznar estaba en pleno proceso de remodelación de su Gabinete. La hipótesis de un cambio de ministros antes del debate del estado de la nación la había apuntado el pasado viernes el secretario de organización del PSOE, José Blanco, en una intervención ante cuadros y dirigentes de su partido, pero sin mucha seguridad. De hecho, el PSOE aspiraba a que nada perturbara el debate, que comienza el próximo lunes.

El cambio de Gobierno obligará a Zapatero a dar un 'pequeño giro' a su discurso, pero no de manera 'radical', dijeron fuentes de su entorno, ya que 'los problemas siguen siendo los mismos' e incluso los cambios de ministros servirán a Zapatero en el debate para remachar que Aznar tenía un grave problema.

'Los cambios que ha tenido que hacer Aznar a mitad de la legislatura sólo muestran el declive acelerado del PP', proclamó Rodríguez Zapatero. A su juicio, de poco sirve 'cambiar a los actores si se mantiene el mismo guión'.

Expectativas de Jiménez

En las últimas horas, la opinión pública se ha encontrado, además de con un cambio de Gobierno, con la novedad de ver al presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, como candidato del PP a la alcaldía de la capital. Y todo, a decir de Zapatero, por la 'enorme expectativa de triunfo de Trinidad Jiménez, que ha alterado el mapa de la derecha en Madrid'.

Zapatero no quiso entretenerse en hablar de Ruiz-Gallardón. 'El cambio en Madrid se llama Trinidad Jiménez y lo demás son juegos políticos de alquimia'. Eso sí, Zapatero quiso poner de manifiesto 'cómo las gastan en el PP' ya que el alcalde madrileño, José María Álvarez de Manzano, 'todavía no ha dicho que se retira y ya se anuncia otro candidato'. El portavoz de Izquierda Verde-Los Verdes, José María Mendiluce, candidato por esa formación a la alcaldía de Madrid, señaló que la crisis denota 'el desgaste de Aznar, que va a ser también el de Ruiz Gallardón'. Mendiluce señala que 'todo el mundo debe saber que Gallardón no ha elegido esta opción sino que 'le ha obligado Aznar'.

Gaspar Llamazares vinculó directamente el éxito de la huelga general con esta crisis de Gobierno. 'El Ejecutivo ha perdido la cabeza y ha provocado una huelga general. Y ahora Aznar ha tenido que organizar esta crisis. Pero se equivoca si piensa que puede cambiar de caballos y continuar en la misma dirección', opinó Llamazares.

Luego pidió a Aznar que en vez de mover tanto ministro 'cambie la política conservadora y autoritaria'. En su opinión, sólo así se 'sanará la herida' abierta por la huelga general.

'No nos vale un chivo expiatorio, ni siquiera la cabeza del ministro de Trabajo . Lo que tiene que cambiar es el talante'. Los dirigentes de IU que estaban ayer en la sede se esforzaban por destacar la importancia de esta crisis, que se produce inmediatamente después de la huelga general. Y sobre todo señalaban la gravedad de los problemas y los errores de Aznar, que se ha visto obligado a cambiar medio Gobierno pese a disfrutar de una amplia mayoría absoluta de 183 diputados.