EN BUSCA DE UN TRABAJO CASI IMPOSIBLE EN EL BAIX SEGRE
Centenares de inmigrantes, mayoritariamente magrebíes y subsaharianos -como los de la fotografía, tomada en Alcarràs-, se han concentrado en las poblaciones del Baix Segre a la espera de ser contratados para la recolección de fruta. Este año, las perspectivas no son nada halagüeñas para estos temporeros, ya que al hecho de que la cosecha es menor se han sumado en un mes dos tormentas de granizo que en algunas poblaciones han destruido la mitad de la fruta en los árboles. Las aseguradoras resarcirán de las pérdidas a los agricultores. No sucederá así con los temporeros, ya que la escasez de posibilidades de encontrar trabajo crea un grave problema a unas 3.000 personas que viven en la calle y carecen de recursos para cubrir sus necesidades básicas.
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