La mujer asesinada en Santander era profesora del Colegio Británico
La víctima, de 44 años, murió de 35 puñaladas en Santander
Momentos de dolor se vivieron ayer en la sede que el Colegio Británico tiene en Somosaguas, en Pozuelo de Alarcón, después de que llegara la noticia de que una profesora de Lengua y Literatura del centro, María Natividad Garayo, de 44 años, era la mujer que murió en Santander el domingo al recibir 35 puñaladas. La policía sigue sin pistas. En principio, los investigadores descartan el móvil del robo o el abuso sexual.
Cuarenta y ocho horas después de cometido el homicidio, la policía judicial de Santander carece por el momento de pistas fiables que conduzcan a la detención del asesino de la profesora del Colegio Británico María Natividad Garayo, de 44 años, residente en la capital, casada y con tres hijos. Su cadáver, cuya autopsia reveló hasta 35 heridas producidas por arma blanca, fue hallado por un paseante en la madrugada del domingo en una escalera del paseo de Reina Victoria.
La víctima, casada con el abogado del Estado Salvador Villanueva e hija de un juez ya fallecido, se había desplazado a Santander para asistir a la boda de un primo celebrada en la Real Sociedad de Tenis, en La Magdalena. El cuerpo, que reflejaba un cruel ensañamiento por parte del homicida, fue encontrado a sólo 250 metros del club donde se había celebrado la cena, informa Jesús Delgado.
La policía cree que las lesiones en los brazos y antebrazos de Garayo son indicio de que se defendió de su agresor y de que el móvil de éste no fue el robo -la víctima conservaba el dinero que portaba, su teléfono móvil y sus joyas- ni tampoco la agresión sexual.
La mujer fue encontrada cinco minutos después de que abandonase la fiesta. Estaba de rodillas, con el tronco hacia delante y rodeada por un charco de sangre. La encontró un santanderino de 24 años que pasaba por el lugar y que avisó al 091 con su teléfono móvil. El cuerpo sin vida de Garayo estaba cerca de las escaleras que bajan a la playa de los Peligros, lugar frecuentado por jóvenes los fines de semana. La mayoría de las heridas las tenía en las regiones torácica y lumbar del costado izquierdo.
El Grupo de Homicidios, según el jefe superior de Policía de Cantabria, Avelino de Francisco, mantiene abiertas, no obstante, todas las líneas de investigación.
Los restos mortales de la profesora recibieron ayer sepultura en el cementerio municipal de Ciriego, en Santander. Los investigadores han concluido que el homicida es diestro, ya que las puñaladas tienen todas la misma dirección, aunque no descartan que en el homicidio pudiera haber participado más de una persona, según un portavoz de la Jefatura Superior de Cantabria.
A pesar de haber rastreado los alrededores del lugar del homicidio, los investigadores no habían encontrado ayer el arma que utilizó el homicida, que, según el portavoz policial, sólo tiene filo en un lateral.
Mientras, el silencio imperaba en la sede del Colegio Británico en la madrileña urbanización de Somosaguas. Profesores y alumnos decidieron mantener el silencio y sólo glosaron en pequeños corrillos 'lo bondadosa y buena persona' que era la profesora asesinada.
El centro, 'consternado'
El centro declinó emitir un comunicado y una portavoz se limitó a decir que la dirección estaba 'consternada por los hechos' y que no entendía a qué podía obedecer un suceso tan espeluznante. El colegio fletó autocares para facilitar la asistencia de docentes y directivos al entierro de María Natividad Garayo en Santander.
Una alumna destacó que la profesora era muy querida por todos los estudiantes. Daba clases de Lengua y Literatura desde hacía más de 15 años. 'Tenía mucha paciencia y mucha voluntad. Además, preparaba a los alumnos para selectividad', explicó. Fuentes del colegio no descartan hacerle pronto un homenaje.
Herido grave en Coslada
Un inmigrante búlgaro que dijo llamarse Plamen Petrov, de 31 años, acudió ayer a las 8.00 a la clínica Asepeyo de Coslada con tres heridas por arma blanca. Una UVI móvil del Sercam lo trasladó con pronóstico muy grave al hospital de la Princesa, donde fue intervenido quirúrgicamente. El herido explicó a los médicos que unos desconocidos habían intentado atracarle la tarde anterior en el metro de Las Musas y que, al resistirse, le apuñalaron en el abdomen, en el hemitórax derecho y en la cara. La víctima acudió por su propio pie a la clínica, donde, debido a la gran cantidad de sangre que había perdido, entró en shock hipobolémico, del que fue recuperado por los facultativos. La policía desconfía de la versión dada por el herido.
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