Ciencia y tecnología en Cataluña
Los países europeos más dinámicos están haciendo una apuesta decidida por el conocimiento, centrando sus políticas públicas en la generación y difusión del conocimiento como base de sus políticas económicas y sociales. Cataluña, España y Europa en general, deberían dar la máxima prioridad a la ciencia y la tecnología como tronco central de sus estrategias basadas en el conocimiento.
En materia de ciencia y tecnología, en Cataluña la sociedad en general y el Gobierno catalán deberían entender que es preciso hacer un gran esfuerzo para recuperar el tiempo perdido. No sólo debemos avanzar, sino que lo debemos hacer más rápidamente que los países que van por delante, que son la mayoría. Y esto significa incrementar los recursos públicos y privados, con criterios de eficiencia y de eficacia, lo que comporta introducir conceptos como la excelencia, la masa crítica, la competencia y la evaluación desde una perspectiva internacional.
La ciencia y la tecnología deberían ser las máximas prioridades de un Gobierno, en el marco de una política de promoción general del conocimiento como estrategia de país, en coherencia y coordinación con el conjunto de políticas públicas. ¿Qué hace en este sentido el Gobierno catalán para promover la investigación y la innovación en Cataluña?: veamos algunos ejemplos.
1. Incumplimiento electoral. El programa electoral de CiU (página 59) decía: 'Alcanzar el año 2004 un gasto en I+D equivalente al 2% del PIB, incrementando la contribución pública y estimulando la de los otros sectores implicados'. El consejero Mas-Colell ha manifestado reiteradamente que él solamente podía asegurar el 1,4% , desmarcándose, así, del compromiso electoral de CiU.
Conclusión: el Gobierno no da prioridad a la investigación y al desarrollo tecnológico, con lo que incumple claramente su propio programa electoral.
2. Reducción de los recursos de la Generalitat durante los últimos 10 años. Según los propios datos de la Generalitat (II Plan de Investigación de Cataluña 1997/2000, edición febrero de 1997, página 34) el entonces comisionado para la Investigación destinó a I+D 8.078 millones de pesetas el año 1993 y 8.360 millones de pesetas en 1994, que fueron los dos primeros años del primer Plan de Investigación.
Según los presupuestos de la Generalitat de los años 2000, 2001 y 2002 del Comisionado / Dursi, los gastos en I+D serían de 7.500, 8.500 y 10.000 millones de pesetas, respectivamente. Si descontamos la inflación y el incremento del PIB, tendríamos una reducción neta de aproximadamente el 35% de recursos, en relación con el PIB nominal, durante el periodo 1993-2002. (A pesar de que la OCDE lleva 40 años midiendo de esta forma el esfuerzo en R+D de un país, parece que algún alto cargo del DURSI todavía no se habría enterado).
Conclusión: el Gobierno de la Generalitat ha reducido sus gastos reales en I+D en un 35% durante el periodo 1993-2002.
3. El Gobierno no lidera el necesario cambio cultural de la sociedad catalana. Los dos puntos anteriores son el resultado de la falta de cultura científica y tecnológica de nuestro país. ¿Cómo vamos a dar prioridad a un tema que no se valora porque se desconoce? El III Plan de Investigación se aprobó sin debate, sin aprovechar la oportunidad para llevar el debate al conjunto de la sociedad, d'amagatotis. De esta manera, no es posible el necesario cambio cultural en favor de la investigación y de la innovación. Y sin cambio cultural no es posible variar la tendencia histórica de nuestro país. Éste es el problema más importante. Si observamos los presupuestos de la Generalitat, veremos que nos encontramos ante uno de los pocos gobiernos europeos que no otorga la máxima prioridad al conocimiento. Es preciso pues un cambio radical en este sentido, apostando por la investigación y la innovación y por las otras políticas públicas relacionadas con el conocimiento.
4. El III Plan de Investigación es un plan sin indicadores ni objetivos cuantitativos, único en Europa. No se utilizan indicadores, por lo que no se establecen objetivos cuantitativos. ¿Hacia dónde queremos ir? ¿Nos acercaremos o nos alejaremos de los indicadores de otros países europeos?
La Comisión Europea propuso
en el año 2001 un sistema de 16 indicadores (2001 Innovation Scoreboard) a todos los países europeos para poder medir su posición en relación con el potencial innovador. De esta forma, se dotaban de un instrumento aceptado por todos como base para definir los objetivos de sus políticas de investigación y de innovación. El Gobierno de Cataluña todavía no lo ha aplicado en nuestro país.
5. Cataluña en el Espacio Europeo de Investigación (EEI). La formulación del Espacio Europeo de Investigación por parte de la Unión Europea es de una enorme trascendencia para todos los países miembros y, por tanto, también para Cataluña.
El Consejo Europeo de Lisboa de marzo de 2000 aprobó la creación de un EEI, para orientar un nuevo horizonte en la actividad científica y tecnológica y en las políticas de investigación en Europa. Se trata de reforzar las actividades de investigación en el marco de la sociedad del conocimiento, implicando en este proceso al conjunto de la ciudadanía europea. El documento marca una serie de objetivos y de prioridades que deberán tener en cuenta los países miembros.
Pues bien, aparte de una breve referencia introductoria, el contenido del III Plan de Investigación no corresponde, ni en los objetivos ni en los criterios, con los del EEI. Concretamente, este importante documento de la UE plantea como uno de sus instrumentos las Redes de Excelencia, que no se citan en el Plan de Investigación. En Cataluña hoy no disponemos todavía de un modelo definido y conocido de centros de excelencia en investigación. Por todo lo anterior y por muchas cosas más, Cataluña necesita un nuevo Gobierno que plantee la ciencia y la tecnología como un objetivo estratégico para el país, y como la base ineludible para ser un país avanzado en la nueva sociedad del conocimiento.
Miquel Barceló i Roca es diputado del Grupo Socialista-Ciutadans pel Canvi.
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