El Reino Unido facilita el acceso a la píldora abortiva para reducir los abortos quirúrgicos
El Gobierno británico ha decidido poner en marcha un plan piloto para facilitar el acceso a la píldora abortiva. El objetivo es reducir los abortos quirúrgicos, que en la actualidad suponen el 81% de las interrupciones de embarazo, y acortar el plazo de cinco semanas que las mujeres tienen que esperar con las normas actuales desde que deciden abortar hasta que lo hacen. Los grupos Pro Vida criticaron ayer el proyecto, que se suma al de repartir condones y píldoras anticonceptivas en las escuelas para reducir la alta tasa de embarazos juveniles.
La píldora abortiva se puede obtener ya hoy en algunos hospitales de día. Ahora se trata de que también se pueda recetar en determinados centros de planificación familiar que estén enclavados en hospitales públicos. Un reducido número de estos centros, repartidos por el país, pondrá en marcha el proyecto con carácter de prueba.
Las mujeres que quieran utilizar este método para interrumpir un embarazo no deseado deberán contar con el visto bueno de dos médicos. Cumplido ese requisito, el centro les facilitará el medicamento abortivo, que actúa en dos fases. Una primera píldora bloquea el proceso de fertilización; la segunda provoca las contracciones necesarias para expulsar el feto en un proceso considerado no más molesto que la regla.
Los grupos antiabortistas han criticado que la rapidez de este sistema, frente a las cinco semanas requeridas por el procedimiento quirúrgico, es más un inconveniente que una ventaja porque impide que las mujeres reflexionen y puedan rectificar su decisión.
Pero los expertos de planificación familiar opinan todo lo contrario. 'Las mujeres pueden gastar todo el tiempo que necesiten en tomar la decisión sobre si abortar o no, pero una vez han tomado la decisión ésta se debe llevar a la práctica lo antes posible', opinó Lid Abies, de la organización Marie Topes Internacional. 'No va a haber más abortos', aseguró. 'Las razones para abortar vienen dictadas por las circunstancias personales de las mujeres más que por la facilidad de acceso a los medios'.
