El petróleo rescata África del olvido
EE UU última un plan que combina inversión y envío de tropas a los países subsaharianos
Estados Unidos apuesta ahora por el golfo de Guinea, un arco de países ricos en yacimientos que incluyen Nigeria, Guinea Ecuatorial, Chad, Camerún, Gabón y Angola.
Un proyecto para declarar al golfo de Guinea 'área de interés vital' para EE UU, bajo estudio en el Congreso, señala que la producción de crudo de la región sobrepasa ya los 4,5 millones de barriles diarios y supera la de Irán, Venezuela o México. Actualmente, el 16% de las importaciones petrolíferas de EE UU proceden del África subsahariana, cantidad comparable a la que compra a Arabia Saudí. Y, según el Consejo Nacional de Inteligencia, esa proporción alcanzará el 25% en 2015, más que la de todo el golfo Pérsico.
10.000 millones de inversión
El Pentágono señala que esta región puede cambiar los flujos de petróleo del mundo y subraya su 'enorme importancia estratégica'
Tras el 11-S, Bush decide otorgar grandes ayudas a África, Paul O'Neill visita el continente y el G-8 invita a líderes africanos a su cumbre
Otras proyecciones del Ministerio de Energía sitúan en más de 10.000 millones de dólares las inversiones de EE UU en la industria petrolera africana para 2003. A lo largo de la costa atlántica del continente, desde el sur del Sáhara hasta Suráfrica, petroleras americanas como Exxon-Mobil o Chevron-Texaco están explorando posibles puntos de extracción. El mayor proyecto financiado en la zona es el oleoducto entre Chad y Camerún, en el que ya se han desembolsado 3.700 millones de dólares.
'Ha llegado el momento de redefinir África como una región estratégicamente crucial', dice el congresista William Jefferson. 'Tendremos acceso a las que pueden convertirse en las mayores reservas de petróleo del mundo y podremos llegar a un pacto de seguridad acorde con nuestros objetivos nacionales, sin provocar a elementos políticos y religiosos, potencialmente desestabilizadores, que se oponen a nuestra presencia'.
La iniciativa ha partido del African Oil Policy Initiative Group (AOPIG), un grupo mixto Gobierno-sector privado, que en junio ha pedido al Congreso y a la Casa Blanca que fomenten la extracción de crudo en África con políticas que integren las prioridades energéticas de EE UU y la seguridad y desarrollo de la región.
Para ello proponen crear planes de desarrollo que abran la puerta a otras inversiones, así como el envío de ayuda humanitaria y de tropas que garanticen la seguridad. La política anunciada en días recientes por el presidente Bush otorgando cientos de millones de dólares para la educación y la sanidad en África parecen ser un primer paso. Otra muestra del interés súbito que África ha despertado en EE UU es la reciente gira del secretario del Tesoro, Paul O'Neill, por el continente, y la inclusión del desarrollo sostenido en África en la agenda de la reciente cumbre del G-8, en Canadá, donde por primera han asistido como invitados líderes africanos.
AOPIG propone también la firma de acuerdos con los gobiernos africanos, en los que éstos se comprometan a un justo reparto social de la riqueza del petróleo y a respetar los derechos humanos. 'Si no lo hacemos, a la larga se perjudicaría nuestra seguridad. No es sólo una cuestión de ética, sino de sentido de los negocios, pero esta vez no se deben cometer los errores del golfo Pérsico', dice Paul Michael Wihbey, director del Institute for Advanced Strategic and Political Studies, de Washington.
Los productores africanos de petróleo tienen un nutrido historial de abusos de derechos humanos, que, en opinión del congresista Ed Royce, se podría agudizar si la propuesta de explotación y abastecimiento a EE UU no se hace teniendo en cuenta esos factores, y poniendo medidas para solucionarlos. 'Seamos francos, para muchos países petroleros el desarrollo ha sido una maldición más que una bendición', dice Royce, presidente del Subcomité de África en la Cámara de Representantes. 'La gente de Nigeria está peor hoy que hace 25 años, pese a los 300.000 millones de dólares que ha dejado el petróleo'. Y la industria ha sido acusada de complicidad con los gobernantes. Para evitar que el ciclo se repita, el proyecto contempla el exigir a las compañías transparencia en los royalties e impuestos que pagan a los gobiernos.
Nigeria es el sexto mayor exportador de petróleo y el quinto proveedor de EE UU, con 900.000 barriles al día, mientras que Angola, a pesar de años de guerra civil, produce este año cerca de un millón de barriles diarios y se ha convertido ya en el noveno proveedor de EE UU. Recientemente se han descubierto yacimientos en Guinea Ecuatorial, Congo, Costa de Marfil, Namibia y Mauritania. El boom del petróleo en África comenzó con la apertura de sus mercados al finalizar la guerra fría.
El próximo año, Chad prevé extraer 250.000 barriles al día a través de un oleoducto que va desde el suroeste del país hasta el mar, a través de Camerún. Sudán, que hasta hace tres años importaba petróleo, extrae ya 186.000 barriles al día con la ayuda de empresas de Canadá, China y Malaisia.
Un documento recientemente desclasificado por el Pentágono señala al oeste africano como la 'región que puede cambiar los flujos de petróleo del mundo, permitiendo a las petroleras nivelar sus capacidades productoras para abastecer las demandas del planeta'. El informe califica este crudo como de 'alta calidad' y subraya su 'enorme importancia estratégica'.
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