Autovías interiores

Con motivo de la reciente visita del Príncipe a Andalucía, además de las capitales de provincia, se incluyeron en su recorrido una serie de ciudades de tamaño mediano: Andújar, Macael, Lucena y otras. Esta última causó una buena impresión, no sólo al visitante principal, sino también a sus numerosos acompañantes.

Lucena es una ciudad de gran desarrollo industrial, con una tecnología punta en buena parte de sus establecimientos industriales; tiene una población de unos 40.000 habitantes y da trabajo a sus naturales y a buena parte de los trabajadores de la comarca. Está situada en la campiña de Córdoba y, por azar de la geografía, en la encrucijada de las futuras autovías Córdoba-Antequera (de titularidad estatal) y A-95, Estepa-Úbeda (de titularidad autonómica); ambas autovías situadas en el interior de Andalucía. Pero en las provincias por las que discurren las citadas carreteras hay una gran cantidad de ciudades en parecida situación a la de Lucena: Puente Genil, Priego, Mancha Real, Baeza y Úbeda. Hay también un factor en este auge industrial de la zona de gran importancia social y laboral: su movimiento cooperativo, creador de buena parte de estas industrias, a pesar de la permanente indolencia de los andaluces.

Ahora bien, cualquier territorio, para desarrollarse, necesita unas vías de comunicación que lo vertebren internamente y que lo comuniquen con las zonas que lo circunden. El primer requisito -la vertebración- lo resolverían las dos citadas autovías; el segundo -la comunicación- estaría solventado con la construcción de la autovía Bailén-Albacete (de titularidad también estatal), que a su paso por Úbeda empalmaría con la A-95. La Bailén-Albacete sería la vía de comunicación de nuestra zona con las regiones de Valencia y Cataluña.

La A-95 (Estepa-Lucena-Úbeda) tengo alguna confianza en que se comience pronto, pues ya en el año 1999 (EL PAÍS, 18-4-99), el entonces consejero de Obras Públicas anunció que a mediados del ¡2000! serían adjudicados algunos tramos de la misma. Las otras dos, aunque están en los planes del Gobierno de la nación, no creo que le quiten el sueño al señor Álvarez Cascos.

Una pregunta: ¿Hay en España dos capitales con los habitantes de Córdoba y Málaga que no estén unidas por autovía? ¿Para cuándo unas carreteras dignas que permitan el desarrollo industrial y turístico de la Andalucía interior?-