El millonario logró la hazaña
Steve Fossett completa en solitario la vuelta al mundo en globo
En su sexto intento, por fin lo logró. Ayer cruzó los 117 grados de longitud Este, el mismo punto desde el que partió el 19 de junio en Australia, a las 15.53, hora peninsular española.
El suyo era el último de los grandes retos que quedaban por batir en el mundo de la navegación en globo aerostático, después de que en 1999 el británico Brian Jones y el suizo Bertrand Piccard completaran por primera vez la vuelta al mundo sin escalas. Si aquel éxito fue calificado como la última hazaña del siglo XX, la de Fossett bien podría bautizarse como la primera del siglo XXI.
El millonario, a bordo de su globo Spirit of Freedom (Espíritu de la Libertad), ha elegido una ruta por el hemisferio sur y siempre en dirección Este. Ha atravesado Australia, el océano Pacífico, los Andes, el Atlántico sur, Suráfrica y el Índico hasta regresar de nuevo a la localidad australiana de Northam. Sin embargo, no se detuvo allí, sino que recorrió unos cuantos kilómetros más para encontrar un lugar idóneo donde aterrizar.
Había fracasado en sus cinco intentos anteriores, que a punto estuvieron de costarle la vida
Este antiguo broker de la Bolsa de Chicago ha recorrido 31.364 kilómetros a una velocidad máxima de 322 kilómetros por hora, en una cabina menuda donde no se ha apartado de la máscara de oxígeno artificial ni para alimentarse, 'sólo cada vez que me acercaba una cucharada de comida'. Debido a la altitud, de 6.000 a 9.000 metros, ha soportado temperaturas bajo cero, durmiendo una media de cuatro horas diarias, aunque en intervalos no superiores a 45 minutos, y acompañado únicamente por el piloto automático. Esta vez, el mayor riesgo lo vivió al asomarse fuera de la góndola para cambiar los tanques de combustible.
En sus anteriores intentos no había tenido tanta suerte. Tras probar aventuras extremas como la travesía a nado del Canal de la Mancha, una carrera de trineos en Alaska o las 24 horas de Le Mans, el cuerpo de Fossett le pedía experiencias aún más fuertes. 'Cuando empecé estos intentos de volar alrededor del mundo en globo [en 1997], pensaba que era cuestión de reunir el equipo y el material necesarios, subir al aire y de algún modo lo conseguiría', recuerda el aventurero. 'Ahora, después de 20 tentativas de distinta manera, me he dado cuenta de que era mucho más difícil'.
En su primer intento cayó en suelo ruso. En 1998, una tormenta rompió su globo de helio a 8.800 metros de altitud en Australia y cayó casi en caída libre hasta el mar de Coral, donde abundan los tiburones. 'Esa vez es la que más cerca he estado de perder la vida', admite.
Piccard y Jones, a bordo del Orbiter Brietling 3, le ganaron en 1999 la carrera por completar la vuelta al mundo, que incluía un premio de un millón de dólares ofrecido por una marca de cerveza. En la competición también se embarcó Richard Branson, dueño del grupo Virgin, con quien, tras varios años de rivalidad, Fossett llegó a volar en 1998 en un mismo proyecto, que también fracasó. Además, otros dos americanos participaron en esta carrera no declarada, hasta que los derribaron aviones militares por violar el espacio aéreo de Bielorrusia, en 1995.
La de Fossett es una historia de cabezonería. Nadie ha insistido tanto como él. Nadie ha invertido tanto dinero y tanto tiempo. Esta vez ha reunido a un selecto grupo de 30 expertos, entre ellos meteorólogos, controladores aéreos e ingenieros, repartidos por varias partes del planeta. Al parecer, ha merecido la pena. 'No puedo hacer mucho para celebrarlo', comentó Fossett al centro de control situado en la Universidad Washington, en Saint Louis (Misuri), desde donde se ha coordinado el proyecto. Pero el millonario no para y ya se ha marcado un nuevo reto: llegar a la estratosfera con un avión sin motor. 'A finales de julio haremos un intento', comentó ayer mismo a su equipo de apoyo.
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