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Reportaje:

Cuando las jirafas habitaban el sur de España

Los arqueólogos descubren en Granada mamíferos de 1,8 millones de años procedentes de Asia y África

Javier Arroyo

Tres grandes mamíferos con 1,8 millones de años de antigüedad son las estrellas de un yacimiento paleontológico descubierto en Fonelas (Granada). Restos fósiles de una jirafa procedente de África o Asia, de una hiena brúnea, de la que sólo se tenían noticias en Sudáfrica, y de una especie de jabalí de origen asiático aparecieron en la primera campaña de excavaciones realizada en un paraje cercano a Fonelas (Granada), en la zona denominada por los investigadores como Fonelas P1, a pocos kilómetros de la ciudad de Guadix. Durante todo el mes de julio, los investigadores se emplearán en una segunda campaña de la que esperan novedades de carácter científico.

El año pasado, una persona vio restos fósiles que quedaban al descubierto después de las lluvias; por la zona andaba José Antonio Riquelme, investigador de la Universidad de Granada en otra excavación. El equipo de arqueólogos decidió probar suerte y comenzó, en julio de 2001, una excavación que permitiera calibrar la importancia del yacimiento que, luego se vería, dio resultados espectaculares e inesperados: en unos pocos metros cuadrados había más de 500 restos óseos en perfecto estado de conservación, el 90% de ellos reconocibles, que han permitido hasta el momento describir la existencia en la zona de 27 especies, 20 de ellas grandes mamíferos y el resto pequeños roedores, anfibios o peces.

Un equipo de 25 personas de siete universidades investiga este verano

Los restos de jiráfido, de la hiena brúnea o el jabalí nunca habían sido encontrados hasta ahora en Europa occidental, lo que permite abrir nuevas vías de investigación sobre el movimiento de mamíferos por el planeta y, en concreto, por el sur de Europa a finales de la era terciaria y principios de la cuaternaria, hace aproximadamente 1,8 millones de años.

Un equipo de 25 personas procedentes de siete universidades españolas y dirigidos por José Antonio Riquelme, Paul Palmqvist, de la Universidad de Málaga, y Alfonso Arribas, del Instituto Geológico y Minero de España, pasarán los 31 días del mes de julio dedicados a investigar con toda la minuciosidad posible apenas nueve metros cuadrados de terreno.

El año pasado, en la primera campaña, la superficie excavada fue de 15 metros cuadrados y los resultados fueron espectaculares. José Antonio Riquelme explica que el yacimiento es importante por tres motivos principales: 'El primero, la gran variedad de la fauna recuperada y el hecho de que algunos de los registros son los primeros que se han encontrado en Europa occidental; en segundo lugar la edad del yacimiento, que está entre 1,9 y 1,7 millones de años, una época sobre la que hay muy escasos registros en la Península y en Europa en general y, por último, por las condiciones de conservación de los restos óseos'. Además de restos de jirafa, hiena y jabalí, los investigadores han encontrado, entre otros, huesos de gacela, rinoceronte, caballo e incluso de un mamut cuyo peso se estima en seis toneladas y un gran bóvido conocido como leptobo.

Riquelme, con muchas horas de excavación, está encantado con la calidad de los restos fósiles hallados: 'La mayoría se conservan muy completos y son de huesos largos; algunos de ellos están incluso en conexión anatómica, es decir, varios huesos unidos tal y como estaban cuando los animales murieron'. Según los investigadores, lo que ellos llaman el 'área fértil' (la zona donde pueden encontrarse restos de interés) puede suponer 100 metros lineales en una franja de 1,5 metros de espesor.

Pudiera parecer poco pero al ritmo que progresa cualquier campaña de este tipo, en Fonelas hay trabajo para varios veranos. Las cosas funcionan así: un mes de trabajo sobre el terreno que se cierra hasta el año siguiente para, durante el invierno, analizar en profundidad todo el material que se ha identificado en la excavación.

Un gran lago

¿Cómo era la vida en Fonelas hace casi dos millones de años? En realidad todo era muy distinto incluso a la vista. La zona de Guadix-Baza estaba presidida por un gran lago; eran momentos de grandes cambios climáticos (estaba cerca la última glaciación) y los animales buscaban nuevos hábitats con condiciones ecológicas favorables; así es como algunos de los grandes mamíferos ahora encontrados y nunca antes descritos en la zona llegaron a Fonelas.

Los 500 restos encontrados en la primera campaña han aparecido en apenas 15 metros cuadrados. Evidentemente, muy poco espacio para tanto animal. La hiena es la culpable de la concentración ósea. Lo que ha aparecido es, en realidad, el cubil de una hiena, un animal capaz de matar animales mucho más grande que ella o que aprovecha los animales muertos que encuentra a su paso y que llevaba algunos restos de vuelta a su guarida. Es por eso, indica Riquelme, que algunos de los huesos de animales recuperados -numerosos cráneos y huesos largos- tienen marcas de haber sido mordisqueados por otros animales.

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