El Vaticano prohíbe fumar en locales públicos y zonas cerradas de trabajo
Fumar en el Vaticano se pone también difícil. Siguiendo el ejemplo de la mayor parte de los países occidentales, el pequeño Estado de la Ciudad del Vaticano se ha dotado también de una ley que prohíbe fumar en todos los locales públicos o a los que pueda tener acceso el público, en este reducido territorio. La novedad de la ley que entra en vigor a partir de hoy es que veta el cigarrillo también en los lugares cerrados de trabajo, es decir, en las oficinas de la poderosa burocracia vaticana, normalmente poco accesibles a los turistas. La prohibición de fumar existía ya, pero para los locales abiertos al público o con acceso al público, caso de los museos, la oficina postal, las bibliotecas, los almacenes de alimentación o la farmacia vaticana.
La sanción, para quien no respete la nueva ley, es una modesta multa de 30 euros, que deberá pagarse en un plazo de cinco días. Pero no prevé la instalación de zonas especiales para fumadores y ha sorprendido que no aborde la cuestión de la venta de cigarrillos que sigue funcionando libremente en el Estado vaticano.
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