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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La tela de araña nazi

Antonio Elorza

No hace mucho que vio la luz la excelente biografía de Hitler por Ian Kershaw (Península). Ahora ese considerable avance en el conocimiento del nazismo encuentra el complemento de esta monumental historia del Tercer Reich, escrita por un investigador que ya hiciera como coautor una contribución de primer orden a la bibliografía relativa al tema con su El Estado racial. Alemania, 1933-1945. El tema del racismo antisemita sigue siendo en esta 'nueva historia' una clave decisiva para la explicación del fenómeno histórico, pero dentro de una perspectiva mucho más amplia, que abarca tanto una minuciosa reconstrucción del contexto crítico en que germina el nazismo en los años de Weimar hasta las reflexiones en torno al efecto de los bombardeos aliados sobre las ciudades alemanas entre 1942 y 1945. La riqueza de información aportada acerca de una gran pluralidad de temas es un primer mérito del libro, limitado no obstante por la incomprensible ausencia de notas que permitan comprobar la veracidad de los datos utilizados: no estamos precisamente ante una obra de divulgación.

EL TERCER REICH. UNA NUEVA HISTORIA

Michael Burleigh Traducción de José Manuel Álvarez Flórez Taurus. Madrid, 2002 915 páginas. 29,75 euros

Burleigh propone una aproxi

mación al nacionalsocialismo en tanto que religión política, 'expresión de leyes científicas eternas, reveladas por Dios e investidas a su vez de propiedades sagradas'. Siguiendo a Saul Friedländer, en Hitler se daría una identificación de las nociones biológicas de degeneración y purificación con las religiosas de perdición y redención: 'Combatía con celo a unos patógenos mortíferos que daba la casualidad de que eran otros seres humanos' y se veía a sí mismo como asociado de Dios en la tarea de 'ordenar y perfeccionar aquella parte de la humanidad que a él le importaba'. La crisis provocada en Alemania por la Primera Guerra Mundial, y en particular por la derrota de 1918, habría sido el marco que hizo posible la acogida a ese mensaje de violencia contra los enemigos raciales y de clase, en clave de redención -y ulterior expansión triunfal- para un pueblo. Es la de Burleigh una propuesta satisfactoria; sólo que al insistir en el plano ideológico, hubiese sido imprescindible remontarse al periodo anterior a 1914 para asistir a la gestación de los elementos centrales del nazismo, que la crisis posbélica se limitará a activar. Algún antecedente tendría en el Antiguo Régimen, por buscar un ejemplo, la exigencia de una prueba de limpieza de sangre para entrar en las SS, por no hablar del propio concepto de Volk o del nacionalismo imperialista.

A partir del momento de definición política del nacionalsocialismo, Burleigh despliega un relato al propio tiempo muy preciso y sumamente sugestivo de su historia. La ya aludida extraordinaria dosis de información se integra en el análisis de los procesos más significativos y éstos, a su vez, son descritos con frecuencia en un doble nivel, el sociopolítico tradicional y la intrahistoria, sirviéndose de la sucesión de memorias rescatadas en años recientes que permiten seguir no sólo el tejido de la tela de araña del Estado racista, sino la forma en que muchos alemanes vivieron lo que para ellos fue también una tragedia personal. Es un recorrido riguroso y apasionante, que tal vez mejor que en ninguna obra anterior transmite a los lectores de forma vívida la lógica de exterminio y el horror inherentes al nazismo.

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