Educación reformará el plan para euskaldunizar a los profesores por sus malos resultados

El Departamento de Educación ha decidido emprender una remodelación a fondo del sistema de euskaldunización del profesorado Irale debido a los malos resultados cosechados por los docentes en los últimos años. Los últimos exámenes de euskera que han realizado los profesores han arrojado unos pésimos resultados: casi el 70% ha suspendido la prueba para lograr el perfil lingüístico 2, que faculta para dar clase de lengua vasca o en lengua vasca. La titular del departamento, Anjeles Iztueta, anunció ayer que el nuevo Irale entrará en funcionamiento el próximo año.

Iztueta compareció ayer ante la Comisión de Educación del Parlamento en una maratoniana jornada en la que tuvo que responder a varias cuestiones, entre ellas el alto nivel de suspensos de los docentes que tratan de acreditar el perfil lingüístico 1 (conocimiento básico del euskera) o 2. La consejera alabó, en primer lugar, el éxito que ha tenido el programa, que ha permitido euskaldunizar al 80% del profesorado en un plazo de 20 años. Sin embargo, reconoció la tendencia a los malos resultados que se ha impuesto en las últimas convocatorias.

La plena euskaldunización del profesorado es la condición indispensable para que el departamento emprenda la modificación de los actuales modelos lingüísticos A (castellano), B (bilingüe) y D (euskaldún) y busque una fórmula más flexible para impartir la docencia en los dos idiomas oficiales de Euskadi. Se trata de una vieja aspiración de la consejería que el número de enseñantes que no han obtenido el perfil lingüístico y los pésimos resultados de los últimos exámenes impiden llevar a la práctica de momento.

Dos convocatorias

Ante la constatación de los últimos malos resultados del Irale, la consejera informó a la comisión de que su departamento presentará en el Parlamento antes de que finalice este año las líneas maestras de un nuevo plan de euskaldunización del profesorado para que los partidos den su opinión. 'Vamos a identificar las verdaderas necesidades y a tratar de darles una solución', aseguró.

Aunque no quiso avanzar las medidas concretas que se podrían aplicar para dar la vuelta de forma paulatina al elevado número de suspensos, Iztueta se comprometió a estudiar algunas de las sugerencias planteadas por los partidos de la oposición. La introducción de dos convocatorias (una en junio y otra en septiembre para los que suspendan el primer examen) o la posibilidad de conservar la nota para el segundo examen o convocatoria de la parte que se haya superado en la primera prueba fueron algunas de las propuestas.

Donde se mostró menos receptiva fue en la cuestión de la evaluación continua (que los docentes no se jueguen la nota en un examen único y se tenga en cuenta su actitud en las clases a lo largo del curso). Los sindicatos Comisiones Obreras, mayoritario entre los docentes, y UGT vienen reclamando desde hace años la posibilidad de que la evaluación continua cuente al menos en un 50% en la nota final. El PSE y el PP defendieron esta posibilidad, pero la consejera recurrió a las 'evidencias científicas' para asegurar que 'el examen es lo más fiable' que existe para demostrar los conocimientos frente a las 'impresiones subjetivas' que puede proporcionar la evaluación continua.

La consejera sufrió un revés por parte de uno de sus socios de Gobierno, el PNV, cuando explicó la remodelación que había hecho de los bachilleratos para adaptarlos a la nueva selectividad. El representante peneuvista en la comisión, Txomin Aurrekotexea, no compartió que la asignatura de Filosofía se quede limitada a dos horas en primero de Bachillerato en el curso 2003-2004 frente a las tres que se impartirán en otras comunidades. 'La Filosofía es importante para la formación de las personas', señaló con firmeza Aurrekoetxea.

El PP y el PSE se expresaron en la misma línea. La parlamentaria socialista Isabel Celaá se mostró muy crítica con la forma de actuar de la consejera, a la que reprochó que decidiese la reforma sin consultar con los sectores afectados.

La aplicación del decreto de Humanidades (norma básica) y la implantación de la nueva selectividad desde el año 2004 han obligado al departamento a remodelar parte de las asignaturas comunes y de modalidad de los cuatro bachilleratos, al igual que el resto de las comunidades autónomas con competencias educativas.