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La Plana ha perdido 2.800 hectáreas de cítricos en cinco años a causa de las recalificaciones urbanísticas

El cultivo de cítricos en la comarca castellonense de la Plana Baixa, que alberga alrededor del 50 % de la producción de toda la provincia, está amenazado por el afán urbanizador de los ayuntamientos y la laxitud del Gobierno autonómico a la hora de autorizar los cambios en el uso del suelo. Así lo denuncia el Bloc, que ayer presentó un estudio elaborado por sus concejales en la Plana Baixa y del que se desprende que en el periodo comprendido entre 1995 y 1999 se han recalificado de suelo agrícola a industrial y urbano 416 hectáreas y que, además, desde el año 2000 hasta 2004 han cambiado de uso o está previsto que cambien otras 2.400. En total, supone la pérdida de 28,5 millones de metros cuadrados; el 13,7 % de la superficie total dedicada al cultivo de cítricos en la comarca. Y todo ello sin tener en cuenta, según los autores del documento, el suelo agrícola ocupado por las expropiaciones de carreteras, ni el futuro impacto que tendrá la realización del trazado del tren de alta velocidad.

El secretario comarcal del Bloc en la Plana Baixa, Josep Miquel Ros, denuncia la 'política depredadora del gobierno del PP en la Generalitat, culpable por permitir esta actuación, que está más próxima al desarrollismo de los años sesenta que al crecimiento sostenible y la actuación ordenada que debería primar en el siglo XXI'. Ros considera 'urgente' una política de ordenación del territorio en la comarca y critica la 'excesiva libertad concedida por el Partido Popular en la Generalitat' a la iniciativa privada, que 'urbaniza a su antojo pasando por encima de los planes generales de los ayuntamientos'.

Una situación que según censura el Bloc está sucediendo en Burriana, con la creación en el último lustro de 2 millones de metros cuadrados de suelo industrial y 3,5 de suelo urbano-residencial, Nules con 2,5 millones de metros cuadrados entre suelo industrial y urbano, o Moncofa con 2 millones de metros cuadrados de suelo agrícola reconvertido a industrial y urbano. Otras poblaciones, como la Vall d'Uixó con 5 millones de metros cuadrados; Onda con 4,5; Vila-real, Almenara o Xilxes con 2,5 cada una; y Betxí con 1,7 millones de metros cuadrados, también han cambiado el uso a un área de considerables dimensiones. El portavoz del Bloc afirma que el ritmo constructor 'provocará la extinción' del segundo factor económico más importante en la provincia.

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