Rojas-Marcos se ensaña con el interventor y le acusa de crear 'alarma social' con su informe sobre el metro
El ex alcalde sacó adelante el convenio con la Junta, con la oposición en el pleno de PP e IU
Ayer era un día grande para el andalucista Alejandro Rojas-Marcos, ex alcalde de Sevilla. El pleno del Ayuntamiento incluía en su orden del día la aprobación del convenio con la Junta para la financiación de la línea 1 del metro, cuya construcción es la herencia política que el actual concejal quiere dejar a la ciudad. Sin embargo, la oposición de PP e IU y, sobre todo, el informe del interventor municipal, en el que señala el riesgo que corren las arcas municipales con la firma del acuerdo, ensombrecieron la votación. Rojas-Marcos, herido en su orgullo, acusó al interventor de sembrar la 'alarma social' con su dictamen y tildó al portavoz popular, Jaime Raynaud, de 'pobre concejal'.
Finalmente, el pleno aprobó el convenio con la Junta para la financiación del metro. Según el acuerdo, y a falta de concretar la participación del Estado en la construcción de la infraestructura, el Ayuntamiento se compromete a aportar 70 millones de euros (unos 11.650 millones de pesetas) en los próximos 30 años, de los que debe adelantar 21 millones en los tres primeros, a partir de 2004.
El acuerdo adoptado ayer incluye una moción por la que Urbanismo realizará, antes del 1 de enero de 2004, un estudio para concretar bienes suceptibles de ser hipotecados a favor de la Junta por las cantidades comprometidas. El objetivo de esta modificación es aumentar las garantías reales incluidas en el primer texto del convenio, que se limitaban a una finca en la isla de La Cartuja.
Un listado de solares y edificios más amplio permitiría alejar el riesgo de tener que recurrir directamente a los ingresos que el Consistorio percibe de los Tributos del Estado, una posibilidad que el convenio fijaba en segundo lugar y que dio pie a la alerta que el interventor señalaba en su informe, ya que podría darse el caso de que el Ayuntamiento no dispusiera, uan vez detraida la deuda con la Junta, de fondos suficientes para abonar las nóminas.
El tono de la sesión subió cuando Rojas-Marcos, presidente de la sociedad Metro de Sevilla, se enfrentó al interventor a quien comenzó a interrogar sobre las razones de esta advertencia, que a juicio del concejal andalucista 'no tiene base alguna' y crea 'alarma social' en la ciudad.
Rojas Marcos insistió en que la legislación establece como prioridad el pago de las nóminas municipales sobre cualquier otra cuestión, por lo que en su opinión 'se tendría que hundir el Ayuntamiento' para no poder afrontar al abono de los salarios. El interventor explicó, sin embargo, que se trata de una 'advertencia' hacia los responsables municipales que está en la obligación de hacer. 'Si las nóminas valen 10 y los recursos que me quedan son siete, dejaré de pagar tres', explicó en alusión al riesgo de falta de liquidez en las arcas locales.
La portavoz de Izquierda Unida, Paula Garvín, se mostró en contra del convenio por su defensa de un metro 'construido y gestionado por el sector público' y acusó a Rojas-Marcos de hipotecar al Ayuntamiento y 'poner al pueblo de Sevilla como rehén para forzar al PP a participar en el proyecto'. Garvín afirmó que el convenio pretende primar los intereses particulares de la empresa concesionaria de la obra 'a no ser que el metro lo vaya a construir Medicus Mundi o una ONG llamada Transportes Humanitarios SA'.
Compromiso del Gobierno
El portavoz del PP, Jaime Raynaud, como hizo más tarde el secretario general de su partido, Javier Arenas, garantizó 'el compromiso del Gobierno central para participar en la obra del metro'. Raynaud dijo 'sí al metro, pero no al convenio, por extemporáneo, improcedente, confuso, partidista y desafortunado'. 'El PP exigirá al Gobierno que cumpla con su obligación' de financiación del metro de Sevilla, afirmó Raynaud.
Tras la intervención de Raynaud, el ambiente se caldeó de nuevo porque Rojas-Marcos deslegítimo al portavoz popular para reclamar ante el Gobierno calificándolo de 'pobre concejal, no espiritual ni económico sino de circunstancias', por haber llegado a la portavocía desde el quinto puesto de la lista gracias a 'la fuga con nocturnidad y alevosía de Soledad Becerril y su entorno'. Raynaud contestó: 'No es más pobre el que menos tiene sino el que más necesita, y usted está muy necesitado políticamente, hasta el punto de que, por tener protagonismo, ha tenido que incluir una cláusula para que el Ayuntamiento le autorice a firmar el convenio con la Junta'.
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