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"Pues si quieren, que pite un robot"

Gamal Ghandour (El Cairo, Egipto, 12 de junio de 1957) era hasta el pasado sábado un árbitro desconocido en Europa, pero una eminencia en África. Fue el primer colegiado de este continente que pitó una Eurocopa, ha participado en cinco Copas de África consecutivas y nadie tiene un historial tan variado como el de este funcionario al que la afición española culpa de la eliminación de la selección y que ha superado en antipatía al húngaro Sandor Puhl, que dejó impune el puñetazo de Tassotti a Luis Enrique en el Mundial del 94.

Ghandour es el único árbitro que ha pitado en seis grandes competiciones: Juegos Olímpicos (Atlanta 96), Mundiales (Francia 98 y Corea y Japón 2002), Copa de Confederaciones de la FIFA, Eurocopa (Bélgica y Holanda 2000), y Copas de África y Asia. Ayer habló por teléfono con este periódico desde Japón tras ver el partido Alemania-Corea.

'No cometí ni un error en dos horas de partido, pero no puedo hablar en nombre de otros'
'Lo mejor del arbitraje es que eres el responsable de grandes acontecimientos'
'Habría preferido dirigir el encuentro con mis asistentes habituales'
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Pregunta. ¿Cuándo regresa a Egipto?

Respuesta. Cuando acabe el Mundial. Me quedo hasta la final de Yokohama.

P. ¿Sigue pensando que la culpa de sus fallos en el encuentro Corea-España fue de sus asistentes?

R. He visto el partido después y los errores no son de mi responsabilidad. Tengo que hacer caso a mis asistentes y ellos son los únicos que pueden señalar fuera de juego o que el balón ha salido por la línea de fondo. Ése es su trabajo, no mi obligación. Yo no cometo ni un error en dos horas de partido, pero no puedo hablar en nombre de otros, sólo decir que yo no me equivoqué.

P. ¿Había pitado antes con esos auxiliares [Michael Ragoonath, de Trinidad y Tobago, y Ali Tomusange, de Uganda]?

R. No; era la primera vez.

P. O sea, que les faltaba compenetración y confianza.

R. Habría preferido pitar con mis asistentes habituales. Eso sería mucho mejor porque los árbitros del mismo país tienen la misma lengua y se conocen de antes. La FIFA elige a árbitros de distintos países, pero deberían haber trabajado juntos antes. Decir si una pelota ha salido o no de banda no es difícil, pero la preparación que hemos tenido para el Mundial es insuficiente. Hacemos una concentración antes del torneo, unos seminarios sobre las reglas y para hacer grupo, pero no es bastante con eso. Individualmente, cada uno sabe muy bien lo que ha de hacer. Es precisa mayor compenetración.

P. ¿Deberían acudir al Mundial equipos de árbitros?

R. Exacto, eso sería lo mejor.

P. ¿Cómo es posible que en un Mundial no estén los mejores árbitros del mundo?

R. Yo sí que creo que han venido los mejores, pero de cada confederación. En Europa y América del Sur están los mejores equipos, pero eso no quiere decir que también estén allí los mejores árbitros. Si recuerda, en la última Copa del Mundo, yo, que soy egipcio, pité un encuentro de los cuartos de final, un árbitro de los Emiratos Árabes Unidos pitó la semifinal Holanda-Brasil y un marroquí la final con Francia. Los partidos más importantes no fueron para árbitros europeos o americanos. La FIFA tiene su propia política para seleccionar a los colegiados, pero ese tema es demasiado grande para que opine sobre él.

P. ¿Cambiaría ahora alguna de las decisiones que tomó en el partido de España contra Corea?

R. Sólo puedo hablar de mis decisiones; del gol anulado a Baraja, por ejemplo. Si ve usted la repetición, el atacante de España [Helguera] mete el brazo y empuja al defensa de Corea en la cabeza y en el cuello. Fue una jugada muy clara. Tomo la decisión en un segundo y estoy seguro al ciento por ciento porque estoy bien situado y mi ángulo de visión es perfecto. No hubo ninguna protesta de los españoles tras la jugada, sólo cuando perdieron el partido.

P. ¿Cómo ha visto el nivel del arbitraje en el Mundial?

R. Hay un comité de arbitraje que analiza los partidos minuto a minuto y, obviamente, hay cosas negativas y positivas.

P. ¿Qué opina del uso del vídeo en los partidos? ¿Solucionaría los problemas del arbitraje?

R. El vídeo es un buen camino para aprender en el futuro y para que los árbitros veamos los errores y los evitemos. Es un tema discutido en la FIFA muchas veces, pero siempre rechazado. Está claro que no va a solucionar los problemas del arbitraje, sino que es algo para ayudar. El árbitro es un ser humano que, por supuesto, se equivoca. Habrá errores siempre. Y, si quieren, que pite un robot. Pero, aun así, el que hace el robot también es humano. La gente se olvida de que el árbitro es una persona.

P. ¿Qué le ha impresionado más de Corea y Japón?

R. La cantidad de voluntarios que quieren hacer algo por su país sin recibir nada a cambio y los aficionados apoyando a su equipo, con las gradas de un solo color.

P. ¿Y futbolísticamente?

R. Es la Copa del Mundo de las sorpresas. Sin Francia, Argentina, Italia, Inglaterra, España...

P. ¿Por qué se hizo árbitro y no futbolista?

R. Fui futbolista. Y jugué en la Primera División de Egipto. Durante diez años fui jugador y árbitro a la vez. Empecé a arbitrar con 22 años y dejé de jugar cuando fui nombrado árbitro de la FIFA.

P. ¿Qué es lo mejor y lo peor del arbitraje?

R. Lo mejor es que eres responsable de grandes acontecimientos. Lo peor es que recibes críticas injustas, sobre todo de los que pierden. Sólo ven las cosas malas, nunca los aciertos.

P. ¿Se marcha contento con su actuación?

R. Por supuesto. Es un orgullo haber pitado dos fases finales de la Copa del Mundo, el torneo más prestigioso del fútbol.

P. ¿Qué cambiaría del arbitraje?

R. Haría un proyecto de formación de árbitros y escuelas para compartir mi experiencia con los más jóvenes.

José Antonio Camacho y el árbitro Gamal Ghandour, al término del partido España-Corea del Sur.
José Antonio Camacho y el árbitro Gamal Ghandour, al término del partido España-Corea del Sur.REUTERS

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