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Interior refuerza la vigilancia policial en la costa ante la campaña de verano etarra

Un grupo de encapuchados ataca cuatro bancos y quema contenedores en Ondarroa

Jorge A. Rodríguez

El Ministerio del Interior ha comenzado a implantar un dispositivo para reforzar la seguridad en las costas españolas con el objetivo, entre otros, de contrarrestar la campaña de verano de ETA, iniciada el viernes por la organización terrorista para intentar aprovechar, además, el eco que los cinco atentados cometidos podrían tener entre los dirigentes europeos reunidos en la cumbre de Sevilla. El presidente valenciano, Eduardo Zaplana, confirmó ayer que la vigilancia en su comunidad ha sido 'super reforzada'.

La banda terrorista ha puesto en juego a tres comandos, posiblemente compuestos por dos personas cada uno, para perpetrar los cinco atentados del viernes y el sábado. Los atentados fueron preparados en tiempo récord (los vehículos fueron robados en los días previos a las acciones criminales), algo muy alejado de la planificación original de la banda, que llevaba meses atando cabos. Sin embargo, ETA se ha visto forzada a improvisar tras la caída de tres de los comandos aleccionados para abrir la campaña de atentados durante la cumbre.

ETA ha apostado por no arriesgar. Por ello, los investigadores sospechan que ha desplazado a los terroristas desde Francia (posiblemente etarras fichados pero experimentados) con el coche que reventó en Marbella (el segundo) lleno de explosivos para montar un segundo coche (el de Fuengirola, robado el día 19 por la tarde en Málaga) y dejar 'como recuerdo' el artefacto que estalló en Mijas. Otros terroristas habrían partido posiblemente de Vizcaya para aparcar los vehículos que estallaron en Santander y Zaragoza.

Los etarras se limitaron a poner en hora los temporizadores y a comunicar a la dirección de la banda la hora y ubicación exacta de los artefactos para que ésta diera el aviso a la DYA (con tiempo de sobra para que la policía acordonase las zonas) cuando sus pupilos estuvieran ya muy lejos de las escenas del crimen, según fuentes de la lucha antiterrorista. ETA ha gastado 170 kilos de explosivos, la mayoría cloratita de fabricación casera y el resto, dinamita robada en Francia.

Mientras, un grupo de encapuchados atacó durante la madrugada de ayer cuatro entidades bancarias, tres de ellas con cócteles mólotov, cruzó varios contenedores a los que prendieron fuego y destrozó una cabina de Telefónica en la localidad vizcaína de Ondarroa, según informó ayer la Ertzaintza. No hubo detenidos.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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