_
_
_
_
_
Álvaro Silva Calderón | Perfil

Otro 'chavista' para la OPEP

Fernando Gualdoni

Álvaro Silva Calderón, ministro venezolano de Energía y Minas desde diciembre de 2000, es el que tiene todas las papeletas para ser el nuevo secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en sustitución de su compatriota y también hombre de confianza del presidente Hugo Chávez, Alí Rodríguez, que debe volver a Caracas para presidir la estatal Petróleos de Venezuela, SA (PDVSA). Silva Calderón es, hasta el momento, el único candidato y poco queda para que se presente otro y, a menos que haya una sorpresa, su nombramiento será un hecho en la próxima cumbre de la OPEP en su sede de Viena prevista para este miércoles 26. Dos venezolanos al frente de la OPEP de forma consecutiva es todo un hito en los 42 años de historia de la organización petrolera.

Silva Calderón, abogado de 71 años y nacido en Teresen (Estado de Monagas), viene siguiendo los pasos de Rodríguez desde que Chávez asumió la presidencia de Venezuela. Fue viceministro de Energía y después ascendió a ministro cuando Rodríguez se fue a la OPEP. Silva Calderón no tiene el carisma de Rodríguez, pero no hay duda que es un acérrimo defensor de la política que ha llevado a Venezuela a convertirse en un peso pesado de la OPEP en los últimos tres años. A Silva Calderón, al igual que a la ex vicepresidenta venezolana Adina Bastidas, se le considera renuente a permitir que las empresas privadas, nacionales o extranjeras, participen en la producción petrolera. Por las declaraciones que ha hecho desde que es ministro de Energía, también se desprende que está convencido de que la OPEP tiene poder suficiente como para controlar los precios del crudo. Y por esa labor está.

El principal candidato a la secretaría general de la OPEP ha declarado recientemente que los 11 miembros del cartel no prevén aumentar su nivel de producción (ahora la más baja de la última década), por lo menos a partir de julio, y que ya se verá qué se decide en la reunión de septiembre. Silva Calderón no lo tiene fácil para mantener a la OPEP en la cima del poder del mercado petrolero. Lo que el cartel logró entre 1999 y 2000, es decir, duplicar el precio del crudo en un año, es más difícil ahora porque el apoyo de Rusia y Noruega (grandes exportadores ajenos a la organización) ya no está tan claro como antes. Sin ese respaldo, a la OPEP por sí sola le cuesta mantener su objetivo de 25 dólares por barril de crudo, como lo ha demostrado la evolución de los precios en los últimos seis meses. Silva Calderón sabe cómo han logrado Chávez y Rodríguez unir y reforzar la OPEP, pero no cuenta ya con las mismas herramientas.

SCIAMMARELLA

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Fernando Gualdoni
Redactor jefe de Suplementos Especiales, ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS como redactor de Economía, jefe de sección de Internacional y redactor jefe de Negocios. Es abogado por la Universidad de Buenos Aires, analista de Inteligencia por la UC3M/URJ y cursó el Máster de EL PAÍS y el programa de desarrollo directivo de IESE.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_