Juego largo
- La favorita. No hay una hegemonía clara en el Mundial. No sé si lo ganará Brasil, pero al menos es distinta. La rutina de todas de las selecciones es rota por su calidad individual, por su forma de entender el fútbol. Se detecta una corriente de simpatía a su favor, que es el mejor síntoma de lo atractivo de su juego. la jugada que creó Ronaldinho y certificó Rivaldo fue una obra exquisita.
- La de siempre. Tampoco hay que descartar a Alemania, pero con grandes diferencias. Estados Unidos, atrevida, fresca y , con buenos recursos, ha superado a la Alemania de toda la vida: escasa de juego y sin imponerse en ninguna faceta.
- Árbitros. Pueden fallar o acertar, pero no son lo peor. Lo peor son las insinuaciones y dudas de los profesionales. Son apasionamientos desenfocados, unas mala influencia para el público. Y la mayoría de las veces las protestas tratan de ocultar o disfrazar errores propios.
- España-Corea. España es superior en lo sustancial del fútbol, la experiencia y la calidad del jugador. Pero hay otras cuestiones que igualarán el duelo: la actitud y la determinación y la falta de complejos de los coreanos.
- La presión. Con su euforia característica, Corea presionará y amontonará muchos jugadores cerca del balón. No debemos facilitar su trabajo con un juego demasiado en corto, sería autocondenarse. Los cambios de juego en largo son obligatorios.
- Decepciones. El francés Henry. Me esperaba más del danés Gronkjaer. Mal Zahovic. Me ha sabido a poco Santa Cruz. A Rui Costa le he visto muy flojo, muy amanerado ya. Decepcionante todo Camerún. Me sorprendieron las ausencias de buenos jugadores en Argentina. Muy poco de Vassell. Menos de Kanú, Okocha y compañía. Italia me ha decepcionado como equipo: un fútbol tan poco elaborado, encomendado en exclusiva a Vieri... Es capaz de más. Croacia se ha muerto como selección en cuatro años. Ecuador estuvo demasiado atenta a la táctica. El ruso Ismailov no ha estado a la altura prevista. Y esperaba más de Harte.
- Alegrías. Me gustó Recoba a pesar de todo. Y Senegal y su paradoja: su máxima estrella, el más brillante, Diouf no lleva un gol. Me ha encantado Estados Unidos, con un juego sorprendente y limpio: Donovan impresionante. Me ha sorprendido gratamente Duff. Ferdinand, el mejor central del campeonato. Los minutos del croata Olik. Muy bien el fútbol de México, con Márquez, Luna, Borguetti y el gran trabajo de Torrado. Sorprendente el belga Wilmots. Y extraordinario Túnez y su engance Ben Achour.
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