La dueña del balón

Con un sistema muy definido, Corea del Sur no ha necesitado hasta ahora más que a 16 jugadores, una de las cifras más bajas del campeonato. Tres líneas de tres y un punta, Ahn. El sistema de Guus Hiddink gira sin disimulo en torno a Kim An, un medio centro de excelente criterio. No hay equipo en el Mundial que haya realizado más jugadas de ataque.

Corea acostumbra a ser la dueña del balón. Frente a Polonia, su porcentaje de posesión fue del 53%; ante Estados Unidos alcanzó el 56%; se quedó en el 53% contra Portugal, y se fue hasta el 59% ante Italia. Además, sabe ralentizar el juego. Es el equipo en cuyos partidos más tiempo ha estado parado el juego: 181 minutos. Apenas se le han visto pelotazos, más allá de la remontada ante Italia.

Seis goles en cuatro partidos. No es Corea una selección que se haya caracterizado por su facilidad realizadora. Su media de 1,5 goles por encuentro es inferior, además de a las máximas realizadoras, Brasil (15 goles), Alemania (13), España (10) y Senegal (7), a selecciones ya eliminadas, como Croacia, Portugal o Suráfrica. La movilidad de Ahn en el ataque facilita que le lleguen balones cruzados desde las bandas.

De los porteros de los ocho equipos que siguen en liza, Lee Woon es el tercero que menos ha intervenido. Lo ha hecho en once ocasiones, una más que Kahn y dos más que Casillas, el guardameta que menos trabajo ha tenido, sin contar los penaltis ante Irlanda. Corea es la tercera selección menos batida del torneo, por detrás de Alemania e Inglaterra.

Ochenta y dos faltas ha cometido Corea, sólo superada por Alemania (86) y Senegal (83). Dos de sus tres centrales, Choi y Kim, suman un tercio (27) de las infracciones del equipo de Hiddink. Es curioso que quien les acompaña en la defensa, el libre Hong, sólo haya cometido tres faltas.

Dos de los goles logrados por Corea llegaron por sendos cabezazos. Menos suerte ha tenido desde el punto de penalti. Lee Eul, el mejor asistente -ya ha dado dos pases de gol-, falló una pena máxima ante Estados Unidos y Ahn hizo lo propio frente a Italia.

68 remates ha necesitado Corea para marcar seis tantos. De ellos, 30 fueron a la portería, lo que supone el 44% de los mismos, una cifra que ningún otro equipo del Mundial alcanza.