La estela de Berganza

La ópera Così fan tutte está sirviendo últimamente de banco de pruebas en nuestro país para algunos proyectos singulares. En el espacio alternativo Moma de Valencia, se inició con este título, en clima de gran éxito, una experiencia de ópera popular que va a tener continuidad en varias poblaciones de la Comunidad Valenciana. Al Teatro de la Zarzuela llega ahora un Così procedente del trabajo musical de la Escuela Reina Sofía y, en especial, de la cátedra de canto que prepara Teresa Berganza.

Es excitante para las grandes figuras del canto que su estela permanezca en las generaciones más jóvenes. La película belga El profesor de canto, que protagonizaba José van Dam, exploraba sin ambigüedades esa atracción irresistible. La huella de Teresa Berganza se percibe en este Così. En algunos cantantes con más evidencia que en otros, desde luego, pero en todos se vislumbra una atención por el fraseo, por la colocación de la voz, por la acentuación, por jugársela en cada sílaba, por mantener la línea de canto con una naturalidad nada forzada. Del conjunto, destaca la elegancia de Gabriel Bermúdez o la seguridad de Ana Lucrecia García y, cómo no, la simpatía escénica de Cecilia Lavilla. Cecilia es, en muchos momentos, la viva imagen de su madre Teresa Berganza. En el color, en la colocación de algunas frases, en la sonrisa, en los gestos, en el movimiento de ardilla. Tiene instinto artístico esta chica, y en esta ópera lo saca a la luz con desparpajo. Vocalmente, la función se movió a gran altura y musicalmente fue un lujo la sensible y musical dirección de Antoni Ros-Marbà al frente de una inspirada Orquesta Freixenet.

La alta calidad de los aspectos musicales no se vio correspondida por una prestación similar en lo escénico. Seguramente, el perfeccionismo y el nivel de autoexigencia de Paloma O'Shea atenderán más la faceta teatral en producciones futuras. La puesta en escena de Così fue insustancial, bastante cursi, blanda, de estética fin de curso de colegio de pago.

Cumplió con esmero su cometido el coro de La Capilla Real. Con unas y otras cosas, los destellos mozartianos de buena ley acabaron por imponerse. No es poco para una representación surgida como consecuencia de un curso de canto.