_
_
_
_
_
LA HUELGA GENERAL DEL 20-J

El PP intenta evitar 'los errores' de González ante paros anteriores

Los populares subrayan que no cederán

Javier Casqueiro

José María Aznar, el Gobierno y el PP han examinado todas las posibilidades ante la huelga general de mañana y han preparado al detalle la estrategia a seguir tanto si resulta un éxito incuestionable como si acaba en fracaso para los sindicatos convocantes. Esa estrategia está siendo elaborada sobre la base de 'las lecciones y errores' cometidos por Felipe González ante las cuatro huelgas generales contra sus gobiernos.

Si el paro no es un éxito, el Ejecutivo intentará no ofrecer la imagen de la revancha y 'dialogará' con los sindicatos para negociar otras reformas laborales al margen de las del polémico decretazo. Si la protesta triunfa, el PP esgrimirá su legitimidad en las urnas y su deseo de recuperar un buen clima social pero con el lema de que 'las reformas del programa de centro reformista no pueden pararse'. El Ejecutivo no acepta que el decretazo contenga recortes de derechos sociales.

Los responsables del Gobierno y el PP mantendrán sus agendas rebosantes de actos, públicos y privados, tanto hoy como mañana. El día de la huelga, Aznar acudirá como la mayoría de los miembros del Ejecutivo y del partido al Congreso, mantendrá una reunión reducida con un grupo de ministros en La Moncloa y estará por la tarde, junto a varios presidentes europeos, en una cumbre del Partido Popular Europeo en un hotel de Madrid.

El PP ha estudiado minuciosamente lo que le pasó a Felipe González en las cuatro huelgas generales que soportó durante su mandato, pero especialmente las consecuencias de la realizada el 14 de diciembre de 1988. Es el único paro que el PP acepta que fue un éxito, aunque sólo en principio, para los sindicatos. En los otros tres fracasaron, según el PP, las fuerzas sindicales. Los populares constatan que el 14-D 'centró a González, moderó su imagen para la mayoría no significada políticamente del país y le proporcionó una mayoría electoral un año después'.

El Partido Popular ha tomado nota de la experiencia sufrida por González. En lo bueno y en lo malo. Fuentes cercanas a Aznar corroboraron que la mayoría de los españoles no decantados políticamente de antemano no ven mal su firmeza al enfrentarse a los sindicatos, 'porque lo que quieren es simplemente que el país funcione, que se cree empleo y riqueza'. Méritos, resaltan, que son los que más se valoran cuando se trata de elegir en las urnas a un Gobierno.

El error más grave de González tras el 14-D, según estima ahora el PP, es que 'tras admitir que tomaba nota de aquel éxito, cedió a las presiones sindicales y les concedió un billón de pesetas en distintas reclamaciones, que trajeron luego 1.400.000 parados'.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El Gobierno del PP afirma que no reproducirá ahora ese comportamiento; que no habrá concesiones, ni tampoco revancha. El mensaje será de 'mano tendida', pero para discutir otras medidas ya en negociación, por ejemplo sobre la siniestralidad laboral o la protección social para los autónomos.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_