El Bellas Artes expone un centenar de grabados sobre el horror de la muerte y la gloria del amor

El Museo de Bellas Artes de Bilbao inauguró ayer Del Amor y la Muerte. Dibujos y grabados de la Biblioteca Nacional, una colección de 12 dibujos y 89 estampas elegidas de entre los miles que sobre ambos temas capitales están presentes en los fondos de la institución. Las obras recorren las escuelas más importantes tanto en la técnica como en el modo de concebir las dos cuestiones desde el siglo XV hasta finales del XIX, incluyendo piezas de los grandes maestros grabadores, como Rembrandt, Durero y Goya. La exposición estará abierta hasta el 8 se septiembre.

El museo bilbaíno presenta los trabajos en un ambiente propicio: paredes en tono arcilla, sobriedad en los marcos y una estancia en semipenumbra con la iluminación centrada en cada grabado. Un aire recogido para apreciar las 101 obras maestras que la Biblioteca Nacional expone ahora en Bilbao, tras pasar por Barcelona y Madrid, donde han sido visitadas en conjunto por casi 150.000 personas, según precisó ayer Elena de Santiago, jefa del servicio de grabados y dibujos de la Biblioteca Nacional y comisaria de la muestra.

'El Bellas Artes ha hecho una apuesta muy fuerte por el grabado y el grabado lo necesita porque es el hermano pobre de la pintura', apostilló De Santiago.

Del Amor y la Muerte se divide en tres partes, cada una estructurada por orden cronológico. La primera, dedicada al amor, se abre con la sonrisa de Amor fabricando su arco, del Parmigianino. En este apartado se pueden apreciar las estampas que reflejan el amor en la mitología y en la literatura, dioses, héroes y hombres inmersos en el juego de la seducción. También se habla del amor humano, donde se hace un sitio a la conocida estampa Adán y Eva de Durero.

Aquí se incluyen un dibujo y un grabado de Goya de extraordinaria importancia: La Duquesa de Alba recogiéndose el pelo y Sueño. De la mentira y la inconstancia.

El segundo apartado de la exposición entrelaza sus dos temas. Un dibujo y ocho estampas grabadas entre los siglos XV y XIX muestran imágenes en las que el amor y la muerte aparecen estrechamente unidos.

Una de las grandes obsesiones del hombre, la muerte, cierra la muestra, con las obras maestras del arte del grabado. Junto a otros artistas, figuran piezas de Durero (los archiconocidos Los cuatro jinetes del Apocalipsis y El caballero, la muerte y el diablo) Goya (Nada, ello dirá), Rembrandt (dos Descendimientos), Murillo (La oración en el huerto de los olivos), Ribera (Lamentación sobre el cuerpo de Jesucristo muerto) Mantegna (Entierro de Cristo) o Fortuny (Marroquí ahogado en la playa y Cabileño muerto). Cierra la exposición El juicio final, un grabado espectacular en nueve estampas, original de Jean Cousin, grabado por Pieter De Jode.

Con motivo de esta muestra la pinacoteca bilbaína ha organizado el taller El arte de grabar desde el siglo XVI, que se desarrollará del 8 al 15 de julio. El técnico grabador Lauren Aliendey impartirá la conferencia El oficio de grabador desde el siglo XVI el 10 de julio.